“Hazte más grande que cualquier problema que encuentres”. Esto decía Tina Turner desde la sabiduría de sus ochenta años de vida intensísima; una vida en la que nos enseñó que existen caminos para superar cualquier dolor y que, por duros que resulten, merece la pena transitarlos. Me permito tomar prestado un verso de la canción que inició el éxito de su trayectoria en solitario, What’s love got to do with it?, para bautizar esta pieza que, a modo de homenaje a Tina, propone un viaje hacia la calma más sagrada de cualquier ser humano, aquella que sólo se puede hallar en la paz de su propio interior.
Esta obra nace como encargo del CNDM.
Cuando cerramos los ojos somos capaces de abrirnos a mundos sensoriales que la visión nos mantiene normalmente ocultos; el tacto, el oído o el olfato toman el relevo con sus propias armas para construirnos una realidad exterior diferente. Con esta serie que tiene en la presente pieza su cuarta entrega, Cerrar los ojos para ver, propongo a los intérpretes la experiencia de tocar a ciegas, guiados tan sólo por la escucha propia y del otro (incluyendo en este caso múltiples voces condensadas en una parte electroacústica pregrabada).
Sin título. Gouache sobre cartulina (1956) toma su nombre de un maravilloso cuadro abstracto de Eusebio Sempere. El desarrollo de la obra se deriva de su lectura desde diferentes ángulos, sinestésicamente interpretada.
De mulierum natura pretende ser un metáfora universal del empoderamiento femenino a cara descubierta. Alimentándose de armonía y sororidad, un grupo de mujeres transita desde la invisibilidad y el sufrimiento hasta la voz plena y el abrazo colectivo. También plantea una reflexión sobre el papel de la persona que dirige al grupo (en esta obra denominada “Voz guía”), que canta como una más y que realiza el mismo recorrido humano, independientemente de cuál sea su género.
Bóveda es un espectáculo de poco más de una hora de duración (64’56,3634’’), cuyas proporciones están derivadas de las medidas de una cúpula semiesférica de radio π. Doce cantantes en vivo, concretamente cuatro cantaores flamencos, cuatro voces blancas femeninas y cuatro voces líricas, cada uno representando a una constelación del Zodiaco, se sitúan equidistantes en el perímetro del espacio circular que define la cúpula de un planetario como si fueran las horas de un reloj imaginario.
Sobre un fondo electroacústico pregrabado que recorre el círculo de quintas, y bajo una bóveda de imágenes en movimiento, se trenzan tres universos vocales que hablan de las capacidades humanas tanto para sembrar el caos y la destrucción como para sanarlos. Simbólicamente, las voces líricas representan la danza de la cotidianeidad, los cantaores muestran la cara más terrible del mundo y las voces naturales traen la calma en una suerte de oración ingenua que nos conduce hacia el horizonte de la utopía.
Desde una concepción coral, en la que todas las voces trabajan juntas para conseguir un fin, Bóveda es una canto a la resiliencia y, finalmente, a la esperanza.
Esta pieza, de marcado carácter programático, nace a partir de materiales de acarreo de “La cueva de Noctiluca”, para trombón bajo, vídeo y cinta, que compuse en el año 2011. Esta obra trataba sobre la Cueva del Tesoro, antiguo santuario fenicio situado en la costa malagueña y dedicado a la diosa Noctiluca, también denominada Malac.
Malac, divinidad lunar, diosa de la fecundidad, de la vida y de la muerte, la que resplandece en la oscuridad, era llevada en procesión y sumergida en el mar para proporcionar buena pesca. Sirva esta recreación musical como ritual de buen augurio para aquel que lo oficie, así como para todos los asistentes.
Esta pieza ritual nace del encargo por parte del Museo Automovilístico y de la Moda de Málaga de dos intervenciones para soprano sola en el marco de una celebración. Así, la primera de ellas, Obertura, sirve de bienvenida a los asistentes a la vez que recorre velozmente la historia de la voz cantada; la segunda por su parte, Intermezzo, se sitúa en la mitad del evento y se apoya en el sonido de copas afinadas para recorrer de forma simbólica y por orden los siete chakras con sus distintas implicaciones y, tras ello, culminar en una verdadera exhibición de gozoso virtuosismo vocal.
Obertura e intermezzo puede interpretarse en cualquier jornada de festejo, o bien en concierto-performance.
Durante su composición falleció Joao Magalhaes, fundador y propietario de la colección del museo anfitrión de esta música; sírvale de homenaje.
Reversible es, sobre todo, un canto de esperanza; un brindis al tiempo que nos propone dibujar un horizonte alternativo con las tizas de colores de la utopía.
A veces merece la pena activar en nosotros la inocencia radical.
Muchos y muy grandes han pintado cuadros en los que podemos ver a una mujer con una mandolina: Pablo Picasso, Tamara Lempicka, Georges Braque, Max Beckmann, Maria Blanchard, Henri Matisse...sólo he mencionado a algunos de los del pasado siglo XX, aunque es una temática pictórica recurrente desde que el instrumento existe. Esta pequeña pieza es un palíndromo construido en tres secciones, de las cuales la central representa al corazón de la mujer que toca la mandolina y las otras dos a sus dos brazos.
Via crucis para Frida es la tercera pieza de una serie que comenzó con Via crucis para Jorge Rando. En esta serie cada pieza está concebida para enmarcar a su vez a otras tres obras musicales, convirtiendo el conjunto resultante en un espectáculo unitario.
Mediante la apropiación de diversos elementos estructurales del via crucis católico, propone un ritual profano que pasa revista a los diversos estados de un proceso vital abierto, distribuidos en paralelo a las catorce estaciones originales. Se trata de un recorrido físico que queda intersectado por tres espacios escénicos diferentes en los que se han de materializar tres obras musicales relacionadas con la temática propuesta en cada uno de los tres casos; dichas obras pueden ser de diferentes autores y épocas si así se desea. Trenzadas con todos estos hilos se encuentran algunas palabras del poeta vallisoletano José Zorrilla, cuyos poemas y cuya propia vida a su vez los inspiran y nutren de un modo profundo.
La Música viene del abismo de la matemática.
Las entrañas desplegadas dan la Música. Producen la Música al desplegarse.
Es revelación del infierno, de los infiernos de la temporalidad que son las entrañas.
María Zambrano
Esta obra, concebida dentro del proyecto “Marimba líquida” impulsado por su dedicatario Juanjo Guillem, trabaja desde la respiración del intérprete integrando la lámina más grave de la marimba como si de un tercer pulmón de madera se tratase.
A modo de planto, los tres pulmones viven su proceso paralelo acompañando al sonido pregrabado de la voz humana.
Yincana es un espectáculo musical en el que una mujer en situación de desánimo y bloqueo encuentra el camino de salida cantando y aprendiendo a tocar las castañuelas.
En la estructura de la pieza se alternan momentos de electroacústica (y en ocasiones castañuelas, grabadas o en vivo), a modo de recitativos, con obras para voz sola a modo de arias. Tras una Introducción que muestra el lamentable punto de partida, la protagonista canta Y atrás quedó… sumiéndose en la más profunda tristeza. Empieza entonces Yincana 1, durante la cual descubre las castañuelas y comienza su primera fase de aprendizaje: la incompetencia inconsciente. Fruto de dicha inconsciencia se cree ya repuesta y se atreve a cantar Contracanto 02; esa obra le pone los pies en la tierra y le prepara para Yincana 2. Transcurre ésta en plena segunda fase, es decir, incompetencia consciente: ella se afana en trabajar para salir del hoyo. Y gracias a eso encuentra la esperanza para abordar la pieza para voz sola Autoayuda. Visiblemente animada tras semejante proeza comienza Yincana 3, en la que se demuestra a sí misma su ya competencia consciente (fase tercera del proceso de aprendizaje) y luego coquetea con sustancias que le ayuden a sentirse aún mejor. Cae en un profundo y convulso sueño durante el que canta Sardinas en el espejo. Por último, Yincana 4 culmina el proceso de aprendizaje desde la cuarta fase, competencia inconsciente (es capaz de tocar las castañuelas maravillosamente incluso dormida), y supone su despertar a una nueva forma de enfocar la vida, que queda abierta al mundo en la pieza final, esta vez para voz y castañuelas: Bis.
No importa lo profundo que sea el agujero en el que caíste. No importa cuántas personas vestidas de indiferencia te estuviesen mirando mientras tropezabas y te precipitabas a la oscuridad. No importa, porque no existe nadie mejor que tú para encontrar en tu interior ese estado, pleno de recursos y energía, capaz de otorgarte las alas necesarias para salir airoso del trance…por ridículas que a los demás puedan parecerles tus estrategias… You have the power!
Cuando cerramos los ojos somos capaces de abrirnos a mundos sensoriales que la visión nos mantiene normalmente ocultos; el tacto, el oído o el olfato toman el relevo con sus propias armas para construirnos una realidad exterior diferente. Con esta serie que tiene en la presente pieza su tercera entrega, Cerrar los ojos para ver, propongo a los intérpretes la experiencia de tocar a ciegas, guiados tan sólo por la escucha propia y del otro (incluyendo en este caso múltiples voces condensadas una parte electroacústica pregrabada).
Sin título (Negro sobre gris) toma su nombre del cuadro que Mark Rothko pintó en 1970 pocos días antes de quitarse la vida. El desarrollo sonoro se deriva de su lectura vertical ascendente, sinestésicamente interpretada.
“Quisiera yo renegar,
yo quisiera renegar
de este mundo por entero,
volver de nuevo a habitar
¡madre de mi corazón!
volver de nuevo a habitar,
por ver si en un mundo nuevo
encontraba más verdad”
(Petenera de la Niña de los Peines)
Cuando cerramos los ojos somos capaces de abrirnos a mundos sensoriales que la visión nos mantiene normalmente ocultos; el tacto, el oído o el olfato toman el relevo con sus propias armas para construirnos una realidad exterior diferente. Con esta serie que tiene en la presente pieza su segunda entrega, Cerrar los ojos para ver, propongo a los intérpretes la experiencia de tocar a ciegas, guiados tan sólo por la escucha propia y del otro y por algo tan escurridizo como es la intuición del tiempo.
El arce toma su nombre del cuadro que Georgia O’Keeffe pintó en 1924 dentro de su serie Árboles de otoño. El desarrollo sonoro se deriva de su fragmentación en siete zonas, cada una de ellas recorrida sinestésicamente por los dos integrantes del dúo y puesta en correspondencia con uno de los siete chakras de un cuerpo humano.
Esta pequeña pieza es un ejercicio de sinestesia a partir de la escultura del mismo nombre de su dedicatario, Suso de Marcos. Canción desalojada se desparrama como un poema orgánico buscando nuevas dimensiones.
GeorginAna es un rito in musica por el descanso eterno de la poetisa cubana Georgina Herrera. Es una nana para dormir a esa negrita que iluminó el mundo desde su “oficio de lámpara pequeña” y ayudarla a sumergirse en la paz del sueño que se la llevó de entre nosotros. La parte pregrabada está por entero construida con tres voces humanas más o menos manipuladas: la de la propia Georgina recitando fragmentos de sus textos, la de Ana Häsler cantando el final de la nana Drume, negrita de Bola de Nieve, y la mía diciendo el poema Ana cantando que Georgina dedicó a una jovencísima Ana Häsler tras observarla, ensimismada, improvisando sobre el sonido de una copa en una común sobremesa.
“Quienes no se mueven no notan sus cadenas.” Rosa Luxemburgo
Y tú, ¿con qué sueñas? es un viaje escénico y musical a las profundidades de los sueños de las mujeres. Se trata de un proyecto de investigación performativa, desde el arte, en el que cada entrega de la serie explora la forma de expresión musical más ancestral de un determinado colectivo femenino; en el caso de esta primera, 01. Flamenco, el de las mujeres andaluzas, íntimamente sumergido en el flamenco.
Existe una capa de la pieza que está completamente cerrada y que permanece sin cambios en todas las versiones; está construida con materiales angulares de nuestra civilización, especialmente algunos de los que han sustentado durante siglos las estructuras patriarcales de un modo muy hondo pero a menudo invisible. Para ello me valgo de textos de Aristóteles y de la Biblia. Esta capa actúa como corsé o recipiente de una capa abierta, cuyo contenido está derivado de las voces y sonidos de las mujeres participantes en cada versión, tanto en la cinta como sobre el escenario; y esta capa abierta a su vez se va cerrando en estrecho diálogo con la preexistente que nunca cambia, formando en cada ocasión un espectáculo terminado diferente para cada entrega de la serie. Todo este trenzado propone la inclusión y escucha del subconsciente y lo cotidiano para, de alguna forma, contrarrestar el peso de la lógica y la intelectualidad como única vía aceptable; y para, a partir de ello, ¿por qué no?, abrirse a encontrar soluciones vitales más equilibradas y deseables que las que las mujeres de hoy hemos heredado.
Las mujeres que intervienen grabando los materiales sonoros que aparecerán en esta capa cambiante de la cinta cuentan lo que sueñan mientras duermen, cantan nanas de su repertorio más ancestral (en esta primera versión, del repertorio flamenco) y hablan sobre el uso de enseres domésticos como instrumentos musicales en el seno de su propia cultura.
Las mujeres que intervienen en el escenario han de, por una parte, ejecutar las partes cerradas de la partitura con la mayor fidelidad posible y, por otra, crear las partes abiertas desde las instrucciones que aparecen también en la partitura, siempre teniendo en cuenta los materiales y datos provenientes de las grabaciones recopiladas para cada versión.
Esto supone un trabajo composicional en tres fases: la primera, la elaboración del corsé común, tanto la parte de cinta como la partitura; la segunda, un trabajo de campo de recolección de sueños, cantos y charlas de mujeres del colectivo implicado en cada caso; la tercera, la elaboración de la capa específica de la entrega, tanto la parte de cinta como las instrucciones de la partitura. A partir de ahí comenzaría el montaje escénico y musical, en el que se terminaría de cerrar el espectáculo.
La pieza es un rito estructurado por las seis partes cualitativas de la tragedia según Aristóteles: opsis, ethos, lexis, dianoia, mythos y melopeia. Otros muchos elementos del concepto griego de tragedia (hamartia, agón, kommos, pharmakon o la propia estructura cuantitativa clásica dividida en prólogo, coros y episodios y éxodo, por citar algunos) se encuentran presentes, de forma más o menos evidente según los casos, en la obra.
Las tres mujeres que habitan el escenario han de transitar desde la alienación hasta el despertar de sus conciencias, con toda la carga de libertad y responsabilidad que ello inevitablemente supone.
Propuesta creativa concebida para la exposición del mismo nombre, organizada por el C.E.I.P. Gandhi de Málaga, para conmemorar el Día Internacional de la Diversidad Funcional. En un formato A3 cada invitado a participar en el proyecto debía expresar libremente su idea de igualdad en la diversidad. Yo propongo una experiencia creativa electroacústica en la que voces humanas iguales se transforman en diferentes pájaros en un recorrido contínuo de ida y vuelta.
“Me acuerdo de madre, padre.”
“No pero, ¿no te gusta la moto que te he comprado?”
“Sí, si la moto es cojonuda, pero eso no tiene nada que ver. ¿Usted se acuerda de lo que yo les decía en las cartas? Yo les decía: ‘Me apetece mucho verlos a los dos cuando vuelva’. ‘A los dos’, decía yo, a madre y a usted. Y cuando vuelvo, la ha matado. ¿Por qué la mató, padre?”
“Porque era muy mala.”
“Pero hombre padre…”
“Es muy duro decírselo a un hijo, pero tu madre era muy mala.”
Amanece que no es poco, José Luis Cuerda (1989)
El título de una de las operetas que la inmensa Pauline Viardot compuso sobre libreto de Turgenev, coronado por un signo de interrogación más que significativo, pretende albergar una acción sonora y ritual contra cualquier tipo de violencia de género. Las voces de Sylvia Plath, Marie Trintignant y Ana Mendieta vuelven a sonar como faros que iluminan el camino de un futuro preñado de oportunidades para caminar hacia un mundo más humano y más justo para todos sus habitantes, sea cual sea su sexo.
Ofrenda es una obra marco diseñada para albergar el contenido musical de cualquier concierto tradicional y dotarlo de un enfoque ritual y orgánico. Pretende, además, cultivar la conciencia ecológica de todos los participantes en la experiencia. Se trata de una obra itinerante, por lo que para llevarla a cabo hay que contar con siete espacios físicos entre los que sea posible transitar. Cada espacio físico, a su vez, representa una forma de oración, entendiendo el acto de orar sin connotaciones religiosas: se trata de invocar a la Madre Tierra como algo digno del máximo respeto. Cada música que vaya a interpretarse ha de ser concebida como una ofrenda.
Cuando cerramos los ojos somos capaces de abrirnos a mundos sensoriales que la visión nos mantiene normalmente ocultos; el tacto, el oído o el olfato toman el relevo con sus propias armas para construirnos una realidad exterior diferente. Con esta serie que comienza aquí, Cerrar los ojos para ver, propongo a los intérpretes la experiencia de tocar a ciegas, guiados tan sólo por la escucha propia y del otro y por algo tan escurridizo como es la intuición del tiempo.
Luz de luna toma su nombre del cuadro lleno de azules que Paul Klee pintó en 1919. El desarrollo sonoro se deriva de su fragmentación diagonal en cuatro zonas, cada una de ellas recorrida sinestésicamente por cada uno de los integrantes del cuarteto.
Los grabados de Piranesi me producen siempre un tremendo desasosiego. Sus cárceles imaginarias me sitúan entre el terror y la desolación más absoluta. Esta pieza es un ejercicio de sinestesia a partir de uno de sus trabajos menos oscuros, perteneciente a la serie Le antichità Romane (III, 1756): la vista del lado posterior del mausoleo de Cecilia Metella.
Nueva versión de mi anterior pieza "Alegrías", con referencia más explícita a la melodía de "Stern über Betlehem" y un enfoque menos extático.
Pequeño preludio coral al villancico "Stern über Betlehem" con un sutil guiño a las alegrías flamencas.
Obra musical de Diana Pérez Custodio basada en el poema del mismo nombre de Coral Rodríguez:
Plata líquida,
miel y azúcar,
veneno
que descorre
y corre
cortinas,
arterias,
tendones.
Mi cuerpo
hacia el infinito,
a más de cien mil
revoluciones
por segundo.
No distingo
ni lugares ni formas.
Mi pulso
por encima del grito.
Las imágenes
se superponen
y llegan a confluir
en el verbo pasivo
de una oración
blanca y grasienta.
Las voces del delirio
callan si abro los ojos.
Todo está mudo,
las imágenes se esconden.
Cierro de nuevo la mirada
y los cambios vertiginosos
de las filminas
derivan en luminosos
deslumbrantes.
Mi impulso, mi pecho,
mi latido contra el líquido
plomizo que se derrama.
Mercurio que cerca
en asedios
mis derrotadas venas.
El tuétano,
moribundo y frágil, habla
del tiempo de la realidad perdida
y de su vencida impotencia.
Sí, lo gritaré a los cuatro vientos…
“¡Maldita que es ya
y que sea siempre
mi estampa!”
Lo que oprime el cuerpo oprime el pensamiento. Stella McCartney
metAMORfosis es un rito de paso escénico, abstracto y multidimensional. A través de la rígida estructura que vertebra la conjugación del verbo “amar”, los protagonistas transicionan desde el amor condicional al incondicional y desde lo individual a lo común, experimentando las diferentes fases implícitas en los modos verbales.
La pasarela de modas es ese lugar de cambio en el que se dan pasos físicos y simbólicos para la transformación de un estado a otro, de forma que en esta ópera cada Acto (palabra nada inocente), en lugar de en Escenas, se divide en Desfiles. Y los atuendos que visten los intérpretes vocales son parte radical de todo el proceso, pues no sólo representan a cada estado, sino que contribuyen a provocarlo.
No podemos conectar con el amor desde la crispación y el miedo. No podemos aspirar a un mundo futuro más deseable desde la violencia y la intolerancia. Sobre una deformación de la antífona gregoriana Da pacem domine esta obra construye un ritual de súplica por una vida mejor para todos a través de los cuatro deseos inconmensurables del budismo, en este caso traducidos del latín por Violeta Pérez Custodio. Letanía viaja desde la violencia extrema hasta la extrema delicadeza, reflexionando sobre la necesidad de calmarse antes de poder emprender ningún camino hacia la felicidad.
Se trata de un cambio de plano y de estado, a modo de metáfora de muerte, de nacimiento o de bautismo.
Para materializar esta obra es necesario contar con un espacio de baño que permita, por una parte, un acceso gradual (escaleras o bien rampas, ya sean naturales o artificiales), y por otra, una completa inmersión del intérprete, al menos agachado (aproximadamente agua hasta el pecho estando de pie como mínimo).
No hay palabras. No hay bocas. Sólo ojos que miran desde sus cuencas tratando de descifrar un futuro más incierto que de costumbre. Mientras tanto las manos mudan la piel, como serpientes en crecimiento, exhalando vapores hidroalcohólicos.
Gracias Cinta Montagut por tu texto y tu inspiración.
Obra compuesta para el décimo aniversario del Festival Internacional de Música de Piantón. Construída por materiales sonoros diversos, procedentes por una parte de músicos que han participado en las distintas ediciones del festival, y por otra por los vecinos de Piantón que de una forma u otra han colaborado en hacerlo posible y mantenerlo vivo durante toda una década.
Gurnarkurkarkar es un espectáculo multidisciplinar de una hora aproximada de duración inspirado en la artista Remedios Varo. No trata de dar vida literal a sus cuadros, ni a sus escritos, ni a su persona. Trata en cambio de trenzar los hilos de su mundo más secreto a través de los textos y la música de Diana Pérez Custodio.
Cuatro mujeres, cuatro performers en un espacio-camino van alimentando un acto psicomágico, un rito in musica que, a través de siete sueños, pone en práctica la enseñanza más valiosa de Remedios: convertir en obra de arte la realidad personal, la realidad expandida de cada vivencia consciente o no, gestada en la vigilia o en el sueño.
Por las grietas de un entramado musical construido a base de materiales de acarreo y en pleno confinamiento, asoman en ocasiones los ancestrales cimientos de un flamenco casi esquelético. Una violinista, una flautista de pico, una palmera y una bailarina se convierten en las tejedoras de un universo efímero capaz de mostrarnos otra arquitectura de la realidad.
Esta pieza se encuentra directamente vinculada al políptico Retablo en oscuro del pintor Pepe Miñarro, compuesto por cinco piezas que forman un todo. La pieza musical, en un ejercicio de sinestesia, recorre el retablo físico en el siguiente orden:
La parte electroacústica pregrabada debe sonar en bucle, a modo de instalación, en la pequeña habitación en la que se sitúe el retablo físico. La parte en vivo, escrita originalmente para violonchelo solo pero que puede tocarse con cualquier otro instrumento solo de cuerda frotada o de viento madera, puede interpretarse de dos modos:
Una canción sencilla para regar de música la inocencia.
Las tres piezas que componen esta obra son sendas meditaciones sobre diferentes manifestaciones culturales de la impermanencia. Cada una de ellas puede interpretarse de forma independiente si se desea, pero en caso de llevarse a cabo el tríptico completo debe respetarse el siguiente orden:
Impermanencia 1: Mandala de arena.
Los monjes budistas tibetanos pasan días enteros elaborando sofisticados dibujos simétricos con arena de colores que terminan confluyendo en un bello mandala. Cuando está terminado lo destruyen, generalmente (aunque no siempre) soplando. Y así simbolizan el desapego.
Impermanencia 2: Capela dos ossos.
En varias ciudades de Portugal (y también de otros países) se construyeron, tras la Contrarreforma, capillas cubiertas por entero de huesos humanos. En los dinteles de sus puertas se escribieron mensajes que invitan a reflexionar acerca de nuestra inevitable condición mortal. Siglos más tarde esos huesos, desgastados y cubiertos de polvo, siguen susurrándonos en silencio: Nos ossos que aquí estamos pelos vossos esperamos…
Impermanencia 3: Reconstructed icicles.
El artista Andy Goldsworthy ha elaborado a lo largo de su carrera, en plena naturaleza, un nutrido catálogo de obras efímeras en las que sólo trabaja con sus manos, sus dientes y algún elemento encontrado in situ que pueda servirle como herramienta improvisada. Reconstructed Icicles es una serie de piezas en las que el artista utiliza trozos de carámbanos para crear esculturas de hielo. Al salir el sol, las esculturas desaparecen para siempre.
Entré en aquella sala completamente desierta y no pude evitar fijar mi vista en ella. Atrapada en aquel marco rectangular, la nave gritaba mi nombre en el más absoluto silencio. Me acerqué a su cuerpo azul eléctrico y me invadió una intensa sensación de dolor gozoso que parecía comprimir mi propia vida en un solo instante.
Gracias Ángel Acosta, descansa en paz en el fondo de tu mar azul eléctrico.
Obra basada en el cuadro “La Nave” de Ángel Acosta, de 1961
Cuando Ives lanzó al mundo The Unanswered Question abrió un abismo que nada ni nadie podrá nunca abarcar. En claro homenaje a Ives y a su bellísima obra esta pequeña pieza es, además, un ejercicio de sinestesia.
Así, busqué en una sala de museo tres piezas que me evocasen a los tres mundos que conviven en la obra original de Ives. Au revoir les enfants de Carmen Calvo me recordó al mundo de las cuerdas (en mi obra traducido en un violín); no fui capaz de contar cuántos niños había en el cuadro, aunque me di cuenta de que todos ellos estaban repetidos, salvo tres de los extremos. Beltram de Julio Galán me recordó al de los vientos (en mi obra traducido en un clarinete contrabajo): una niña con un pulpo en la frente y una especie de medusa en la mejilla llora pétalos de rosa ortopédicos; le rodean varias estampitas de la Virgen corrompidas mientras un trapo real desgarra el lienzo y entre la negrura del fondo del cuadro se adivinan ventanas hacia otra dimensión. Por último Siete figuras en el balcón de Juan Muñoz me recordó al mundo de la trompeta (en mi obra traducido en un saxofón soprano); al pie de dicho grupo escultórico escribí esta descripción: “Siete figuras sin emoción ni sexo ni color alguno, hacinadas en una caja-balcón demasiado pequeña, demasiado rígida, demasiado alta, demasiado oscura. Las sombras duras y rectas las seccionan por la mitad; su falta de expresividad, su sumisión es claustrofóbica, desgarradora. Siento miedo ante tanta crueldad disfrazada de nada.”
A veces el amor y la guerra se parecen demasiado. Hace cuatro siglos Claudio Monteverdi daba la bienvenida al convulso Barroco utilizando, a menudo, este tema eterno del combate amoroso. Mis Ostinati guerrieri et amorosi, en abierto guiño a sus Madrigali guerrieri et amorosi, tratan de abstraer y actualizar el asunto. Pues hoy, como siempre fue, amar implica trenzar desajustes, desacuerdos y tiempos diferentes para, de forma casi milagrosa, llegar a alcanzar lugares comunes.
Los recuerdos más lejanos, los de nuestra más tierna infancia, siempre habitan entre dos mundos: el real y el onírico. Con los hilos de mis propias vivencias y mi voz manipulada he tejido un tapiz para homenajear a mi paisano Paco de Lucía. Para adornarlo he construido un entredós de agua con retazos de ese mar híbrido que nos vio crecer a los dos.
Este ritual de meditación sonora invita a realizar un recorrido íntimo y reposado de ida y vuelta, guiados por la conciencia de nuestro propio cuerpo, desde los pies hasta el punto más alto de nuestro cráneo, el vertex. Lo principal es estar aquí y ahora.
En el Museo de San Joaquín y Santa Ana de Valladolid está expuesto un pequeño escaparate de cera napolitana del siglo XVII; se llama Los Novísimos. Se trata de una especie de ventana dividida en cuatro secciones iguales. En la sección inferior izquierda se ve el busto de un anciano moribundo; en la inferior derecha se ve el busto de un hombre gritando de dolor y envuelto en llamas; en la superior derecha el mismo busto, también entre llamas aunque de menor tamaño, y en vez gritar mira al cielo con desesperación; por ultimo, en la superior izquierda encontramos el mismo busto vestido de blanco y cargado de joyas, mirando al cielo con beatífica cara de felicidad. En un espacio físico tan reducido se resumen las tres posibilidades que, según las doctrinas católicas de la época, pueden aguardar a un ser humano tras pasar el trance inevitable de la muerte: infierno, purgatorio y paraíso.
Play again propone una actualización, hecha música, de las enseñanzas contenidas en esta pequeña pieza barroca. Se trata de un juego en el que, según el trance de la muerte resulte más o menos virtuoso, el jugador transitará por una particular experiencia onírica más o menos gratificante.
Tiempo está construida sobre tres poemas de la escritora cubana Georgina Herrera: Total recuerdo; Amor, ya en la memoria; y Total olvido. Propone una estructura modular y reversible que parte y llega a un mismo punto. Llamaremos "tiempo real" a la opción que parte del total recuerdo y, siguiendo el sentido inverso de las agujas del reloj, desemboca en el total olvido. Asimismo, llamaremos "tiempo mágico" a la opción que parte del total olvido y, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, desemboca en el total recuerdo. La intérprete debe elegir a priori si escoge una opción u otra.
Esta obra está basada en la serie pictórica Tarot (2019) del artista plástico Pepe Miñarro, que recrea los 22 arcanos mayores. Sobre ella, la videocreadora Ana Sedeño realiza una serie de vídeos que se proyectan durante la última parte del espectáculo en sincronía con la electroacústica y sirven de fondo escénico a las acciones de los intérpretes. Consta de tres fases: PROCESIÓN, CEREMONIA DE ECHAR LAS CARTAS y CEREMONIA DE LA INTERPRETACIÓN.
Vivimos apropiándonos de elementos preexistentes. Esta obra es la séptima de una serie, Mashup, que se propone reflexionar sobre el asunto de la apropiación como estrategia creativa. Algo que siempre se usó bajo diversos nombres más o menos eufemísticos, y que a partir de la década de los 80 del pasado siglo define toda una corriente artística aún en pleno vigor: el Apropiacionismo.
En la música popular contemporánea estas prácticas se han aglutinado bajo la denominación de “cultura remix”, y aunque los resultados sonoros de ellas no aporten gran novedad en sí mismos, sí que ponen de manifiesto un cierto nuevo modo de apropiacionismo abierto a todos gracias al avance de las nuevas tecnologías. Internet y numerosos modelos de software más o menos libre permiten a cualquier consumidor de música apropiarse de ella para manipularla a su antojo; es lo que se conoce como “prosumo”. A menudo este tipo de creaciones vulnera los tradicionales conceptos de autoría, y esto suele incurrir en ilegalidad; pero de forma curiosa los productos ilegales de estas prácticas son luego reabsorbidos por la industria musical, y luego vueltos a mezclar, y así sucesivamente alimentando un continuo feedback comercial.
Mi intención con esta serie de obras es explorar los límites de estas prácticas pero con fines exclusivamente artísticos, ¿cuál es el sentido de un mashup no comercial? Tal vez llegar a un callejón sin salida, o tal vez abrir puertas nuevas a nuevos territorios.
Esta séptima entrega funde y confunde fragmentos de mi obra 12 piedras. Ritual, que es en sí misma una reflexión sobre el dolor humano, con otra muy diferente, Hebras del aire, que describe con sonidos un momento de éxtasis. La propuesta de este Mashup 07 es muy clara: todos podemos hacer algo por trascender aquellos impedimentos que nos dificultan avanzar en la vida.
Puentes ópticos de verde cruzando fugazmente el espejo de las aguas.
Tan reales como las aristas de un sueño profundo.
Tan profundos como las aristas de la realidad.
TEXTO: NURIA RUIZ DE VIÑASPRE
Dos mujeres cuerpo a cuerpo. Dos voces, mujer y mujer, derramando palabras que hablan sobre el cuerpo como camino de expresión y como puerta a la experimentación de la belleza. Dos instrumentos, guitarra y saxofón, al servicio de esa expresión del cuerpo, prolongándolo hacia territorios sonoros que nuestras voces y las propias palabras no pueden alcanzar.
Las palabras las sembró Nuria Ruiz de Viñaspre; yo, las riego con estructuras de sonido y movimiento para transformarlas en una tupida urdimbre de autorreflexiones y preguntas sin respuesta cuyo ritmo pretende empatizar con el corazón humano.
Esta obra es un ritual de aprendizaje y experimentación acerca de las emociones y su traducción en música. Ello se hace desde tres situaciones consecutivas diferentes, a su vez marcadas por diferentes dinámicas de interactuación entre los dos intérpretes. En primer lugar uno de ellos (el ser humano A) impone su autoridad sin empatizar ni implicarse en aprender mientras que el otro (el ser humano B) trata de aprender desde la obediencia; ante la pobreza de propuestas y la falta de criterio del individuo autoritario el empático colapsa y se rebela. Ello da paso a la segunda situación, en la que toma las riendas el individuo empático, tratando de enseñar al otro a sentir mediante su propio ejemplo; ante la experimentación de emociones muy intensas el otro colapsa y gracias a ello toma conciencia de sus capacidades para sentir. A partir de ahí, ambos seres pueden sumergirse en la tercera situación: la creación de música conjunta cargada de emociones.
A veces pasa que el cubo de las palabras se desborda. A partir de ese momento cualquier intento de hablar termina desparramándose y, después, filtrándose por las grietas del alma. Entonces puedes sentir cómo algunas de esas palabras derramadas, siempre las que más pesan, se alejan cayendo hacia el fondo de un abismo que ni sabías que existía dentro de ti. Y se produce entonces una epifanía de dolor que nos obliga a enmudecer, a emigrar a otras tierras sin palabras donde poder sanar y recobrar la calma.
En 1989 me instalé a vivir en Barcelona para estudiar música electroacústica con Gabriel Brncic. Él enseñaba en el Laboratorio Phonos, por aquel entonces ubicado en los sótanos de la Fundació Miró, en Montjuic. Yo tenía 18 años.
Cuando todo a nuestro alrededor parece confabularse contra nosotros es que no estamos contemplando la situación desde todas las perspectivas posibles. Un simple cambio de mirada puede hacer girar el caleidoscopio de nuestros sentimientos justo hacia donde deseemos.
Prozaj ha sido compuesta especialmente para homenajear al recientemente fallecido Juan Hidalgo, fundador del grupo ZAJ y artista multidisciplinar. Se trata de un rito in musica que implica a dos intérpretes en vivo: un flautista y un pianista. Ambos actúan a merced de una secuencia sonora pregrabada que, a modo de destino inexorable, les marca sus plazos.
El territorio de los sentimientos está alfombrado de abismos. Cada vez que caemos en uno de ellos se despierta en nosotros la necesidad de pedir ayuda, de creer en que algo o alguien podrá tendernos una escala por la que subir. Esta pieza explora cuatro abismos emocionales (uno por cada uno de los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, fuego, agua y aire) en un recorrido asimétrico de ida y vuelta.
He vuelto a volar con mis alas de musgo sobre el archipiélago de las tres islas. Desde tan alto no puedo distinguirlas del mar, así que me quedo dormida de nuevo.
Día tras día y desde las dos dimensiones de mi inteligencia, la moral y la intelectual, me fui acercando así cada vez más a esa verdad por cuyo parcial descubrimiento he sido condenado a tan horrible naufragio: que el hombre no es verdaderamente uno, sino verdaderamente dos. Digo dos, porque el estado actual de mi conocimiento no me permite ir más allá. Otros seguirán, otros legarán más lejos que yo en el recorrido de esas mismas líneas; y yo me aventuro a conjeturar que a la postre se sabrá que el hombre es una mera sociedad de múltiples habitantes, incongruentes e independientes entre sí.
R. L. Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
Sublimación: Cambio del estado sólido al gaseoso sin pasar por el líquido / Canalización de las pulsiones a través de actos más viables o bien más aceptables desde el punto de vista social / Exaltación o elevación de alguien o algo a un nivel moral o estético superior.
El aljibe contiene muchas formas de luz; en su vientre, luces claras y nítidas de aire se trenzan con luces densas y turbias de agua. Arracimados por las paredes, cobijados tras el musgo, abren delicadamente sus pétalos los suspiros de los ahogados.
1. Monotonía gris.
2. Monotonía roja.
3. Monotonía blanca.
Vivimos apropiándonos de elementos preexistentes. Esta obra es la tercera de una serie, Mashup, que se propone reflexionar sobre el asunto de la apropiación como estrategia creativa. Algo que siempre se usó bajo diversos nombres más o menos eufemísticos, y que a partir de la década de los 80 del pasado siglo define toda una corriente artística aún en pleno vigor: el Apropiacionismo.
En la música popular contemporánea estas prácticas se han aglutinado bajo la denominación de “cultura remix”, y aunque los resultados sonoros de ellas no aporten gran novedad en sí mismos, sí que ponen de manifiesto un cierto nuevo modo de apropiacionismo abierto a todos gracias al avance de las nuevas tecnologías. Internet y numerosos modelos de software más o menos libre permiten a cualquier consumidor de música apropiarse de ella para manipularla a su antojo; es lo que se conoce como “prosumo”. A menudo este tipo de creaciones vulnera los tradicionales conceptos de autoría, y esto suele incurrir en ilegalidad; pero de forma curiosa los productos ilegales de estas prácticas son luego reabsorbidos por la industria musical, y luego vueltos a mezclar, y así sucesivamente alimentando un continuo feedback comercial.
Mi intención con esta serie de obras es explorar los límites de estas prácticas pero con fines exclusivamente artísticos, ¿cuál es el sentido de un mashup no comercial? Tal vez llegar a un callejón sin salida, o tal vez abrir puertas nuevas a nuevos territorios.
Esta sexta entrega explora la cuestión de los bucles mentales, en este caso musicales, desde el punto de vista del placer de la repetición.
Día tras día y desde las dos dimensiones de mi inteligencia, la moral y la intelectual, me fui acercando así cada vez más a esa verdad por cuyo parcial descubrimiento he sido condenado a tan horrible naufragio: que el hombre no es verdaderamente uno, sino verdaderamente dos. Digo dos, porque el estado actual de mi conocimiento no me permite ir más allá. Otros seguirán, otros legarán más lejos que yo en el recorrido de esas mismas líneas; y yo me aventuro a conjeturar que a la postre se sabrá que el hombre es una mera sociedad de múltiples habitantes, incongruentes e independientes entre sí.
R. L. Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
Esta obra fue estrenada por la clarinetista Ana María Pérez Martínez en el Concierto de Profesores de la Escuela Internacional de Música de la Fundación Princesa de Asturias, el 22 de julio de 2018 en la Sala de Cámara del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.
Me fascina The unanswered question de Charles Ives. Me conmueve la indeferencia de esos tres mundos (cuerdas, vientos y trompeta solitaria que lanza al mundo su pregunta una y otra vez) que conviven en el mismo espacio y tiempo pero sin interactuar, sin atender a las necesidades o propuestas del otro. Creo que es una de las metáforas mejor conseguidas de nuestra cotidianeidad social menos deseable; sin duda una pieza adelantada a su tiempo en muchas décadas, y no sólo me refiero al concepto musical sino también a todo lo que bajo él subyace.
Dicen los estudiosos que Ives tenía pensada una letra para esa pieza, un poema titulado Wanting the Impossible que él mismo había construido a modo de puzzle con fragmentos de muchas obras anteriores. El primer verso de ese poema, de Tertuliano, es el que da título a mi pieza: Credo quia impossibile (Lo creo porque es imposible).
Cuando Ives hablaba sobre The unanswered question la definía como “paisaje cósmico”. Yo me he inspirado, de forma evidente, en Ives. Cuando Joseba Aramayo me habló de su proyecto SIMMO, de las posibilidades que con él se abrían, de sus dificultades personales para conseguir dar a conocer sus propuestas y que las instituciones creyeran en ella, y me propuso escribir una pieza pionera que pusiera en evidencia el valor de su creación, inmediatamente mi mente conecto con ese Ives que tuvo que esperar casi 40 años para poder escuchar su pregunta sin respuesta; ese Ives al que hoy todos admiran pero que en vida tuvo que ganarse la vida vendiendo seguros, y que siguió adelante con sus ideas, tan innovadoras y cruciales, aunque casi nadie le prestase atención. Y decidí crear para SIMMO mi propio paisaje cósmico.
Haciendo un riguroso ejercicio de sinestesia, elegí cuatro imágenes de la naturaleza con significado especialmente profundo para mi y las traduje a música, creando cuatro piezas independientes que han de sonar a la vez, en el mismo espacio y tiempo pero sin interactuar, sin atender a las necesidades o propuestas del otro: 1.Piedra Madre, 2.La oreja de Dionisio, 3.La cuna de mis cenizas y 4.Partitura viva con espinas. Creando una suerte de armonía que anhela lo imposible.
Esta pieza es la quinta entrega de mi serie Mashup, y fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Bilbao dirigida por Joseba Aramayo (a través de SIMMO) el 21 de septiembre de 2017 en el Museo Guggenhein de Bilbao. Dicho concierto se inscribió en el marco del Top ARTE dentro del XX Aniversario del Museo.
Mi ventana 02 nace de la necesidad de actualizar la idea que, allá por el año 1991, generó la primera de mis obras, Mi ventana, para flauta procesada en vivo y proyección de diapositivas. Aquella idea contenía toda la pasión propia de la primera vez que yo enfrentaba mi música al público. Recordar lo que sentí componiéndola me emociona profundamente. Pero hoy Mi ventana es prácticamente imposible de interpretar, pues fue escrita para usar un procesador de efectos que se ha convertido en pieza de museo.
Al enfrentarme a la tentación de transcribir literalmente esta pieza para los medios tecnológicos actuales, me di cuenta de que no podía. Demasiadas cosas habían cambiado en mí. Así que he decidido exprimir la esencia de la obra original para vestirla con nuevos ropajes.
El texto de la grabación es el poema que escribí para el comentario al programa de mano de Mi ventana. Otras reminiscencias interválicas y motívicas del pasado planean por la nueva partitura, esta vez escrita para flauta en sol procesada en vivo y grabación.
Esta obra fué estrenada por su dedicatario, Alfonso Rubio Marco, en el Auditori de Rafelbunyol (Valencia) el 11 de octubre de 2017dentro de la VI Edició Projecte Rafel Festival.
El panorama artístico del pasado siglo XX estuvo repleto de personajes que rebosaban pasión por la vida. Uno de mis favoritos es sin duda Frida Kahlo, una de cuyas frases más emblemáticas da título a esta obra. Siempre carpe diem, contra viento y marea, a pesar de los dolores del cuerpo y del alma; a pesar de las mutilaciones y del desamor. Frida nos enseñó que, a pesar de todo, la vida es un regalo tan hermoso que nuestra mayor obra de arte es saborearlo intensamente hasta el final.
Esta obra fue estrenada por la Ensemble Música Viva, integrada por las pianistas Emanuela Piamonti y María Dolores Gaitán y las percusionistas Carolina Alcaraz y Verónica Cagigao Bautista, el 18 de octubre de 2017 en el Gran Teatro Falla de Cádiz dentro del XV Festival de Música Española de dicha ciudad.
1. Melancólico
2. Sanguíneo
3. Flemático
4. Colérico.
Es ésta una obra realizada al alimón entre las compositoras Reyes Oteo y Diana Pérez Custodio.
A través de un ser humano y su relación con diez objetos metálicos esta obra recrea la atmósfera sonora propia de cada uno de los temperamentos hipocráticos. Sonidos reales y sonidos imposibles se trenzan en cuatro modos musicales diversos que, como los antiguos modos, empatizan con diferentes zonas del alma.
Para elaborar la cinta se han utilizado tan sólo los sonidos emitidos por diez cencerros alpinos posteriormente manipulados. La cualidad no temperada de los instrumentos originales es el punto de partida para la manipulación, unas veces abundando en ella y otras intentando sin éxito someter la interválica a un forzado temperamento igual.
Fue estrenada por su dedicatario, Pau Vila, el 16 de marzo de 2017 en el Graduate Center Cuny dentro del AMEE Electroacoustic Festival in New York City (EEUU).
Via crucis para Frida es la segunda pieza de una serie que comenzó con Via crucis para Jorge Rando. En esta serie cada pieza está concebida para enmarcar a su vez a otras tres obras musicales, convirtiendo el conjunto resultante en un espectáculo unitario.
Mediante la apropiación de diversos elementos estructurales del via crucis católico, propone un ritual profano que pasa revista a los diversos estados de un proceso vital abierto, distribuidos en paralelo a las catorce estaciones originales. Se trata de un recorrido físico que queda intersectado por tres espacios escénicos diferentes en los que se han de materializar tres obras musicales relacionadas con la temática propuesta en cada uno de los tres casos; dichas obras pueden ser de diferentes autores y épocas si así se desea. Trenzadas con todos estos hilos se encuentran algunas palabras de la pintora mexicana Frida Kahlo, cuyos cuadros y cuya propia vida a su vez los inspiran y nutren de un modo profundo.
La pieza fue estrenada por su dedicataria Sonia Carillo como bardo, junto a Atanasio Marchetti como Intérprete auxiliar 1 y Giovanni Conciauro como Intérprete auxiliar 2, el 23 de marzo de 2017 en el Conservatorio de Musica de Palermo (Italia).
Hace ya siete años que se estrenó mi espectáculo 12 piedras. Ritual. Con él dejé atrás el concepto de ópera y comencé mi andadura en un nuevo modelo de evento escénico musical que bauticé como rito en musica. Este nombre es un claro guiño a la primera ópera de la historia considerada plenamente como tal, L’Orfeo, cuyo autor Claudio Monteverdi subtituló favola in musica. Frente a la linealidad argumental y el carácter fantasioso de la fábula que han estado y siguen estando presentes en la ópera desde entonces, me interesan la circularidad y la profunda implicación en la realidad de lo humano que plantea el rito. Rito como acción que se repite con objetivos trascendentes y reflejados en expresiones como “de purificación”, “de paso” o “de iniciación”. Rito que puede propiciar la catarsis capaz de permitir que el mundo, nuestro mundo, recobre su equilibrio.
Con 12 piedras exploré el dolor apoyándome en el palo más doliente y jondo del flamenco: la siguiriya. Ahora se trata de adentrarme en la otra cara de la moneda, el placer, de la mano del palo más festero y optimista: las alegrías.
12 sabores. Ritual, propone una experiencia que apela, al menos, a cuatro de nuestros sentidos: oído, vista, olfato y gusto. Dos mujeres que buscan una vida mejor recorren durante algo más de una hora el camino de los placeres como senda de aprendizaje, a veces amarga y a veces dulce, a veces insulsa o muy picante, pero siempre en pos de la experiencia que te transforma en un ser más pleno. Como guía un no-personaje, no-sacerdote, no-compañero…un elemento casi no-humano que les proporcionará las herramientas, reales y simbólicas, que vayan necesitando en cada momento. En paralelo, entre los tres cocinarán un gran perol de patatas a lo pobre que, al finalizar el espectáculo, podrá ser catado por cualquier integrante del público que así lo desee. Los textos utilizados en el libreto de este espectáculo han sido, en parte, creados por mi, y en parte recopilados y reorganizados a partir de diversas fuentes anónimas.
Recibo el encargo de componer una obra radiofónica a partir de El pequeño libro de la subversión fuera de sospecha de Jabés. Debe inspirarse en la idea de la utopía poética para sumarse a las demás propuestas que han de nacer para encarnar el Festival TRASHUMANCIAS.16, todas ellas en torno a la utopía contemplada desde diferentes ángulos.
Nunca he leído a Jabés, y no sé que Nono ya se dejó seducir por sus textos.
Consigo el libro en cuestión y, al abrirlo, un montón de palabras saltan y se me clavan por todas partes. No sé qué hacer con ellas, son palabras desoladas y a la vez en ebullición, palabras que brotan de un ardiente desierto y se comprimen en las páginas heladas de un libro esperando una oportunidad para escapar.
Cierro el libro lo más rápido que puedo, pero ya es tarde. Todas esas palabras han conseguido abrirse paso entre mis poros y, aunque ya no se ven, sé que están ahí, inexorables, haciendo su trabajo en algún rincón inquietante de mi alma.
Así que las pronuncio, con mi voz propia, y las reordeno dándoles nuevos sentidos. Y por último las ofrezco a modo de sacrificio sonoro para intentar conmover al dios de la utopía. Amen.
Vivimos apropiándonos de elementos preexistentes. Esta obra es la cuarta de una serie, Mashup, que se propone reflexionar sobre el asunto de la apropiación como estrategia creativa. Algo que siempre se usó bajo diversos nombres más o menos eufemísticos, y que a partir de la década de los 80 del pasado siglo define toda una corriente artística aún en pleno vigor: el Apropiacionismo.
En la música popular contemporánea estas prácticas se han aglutinado bajo la denominación de “cultura remix”, y aunque los resultados sonoros de ellas no aporten gran novedad en sí mismos, sí que ponen de manifiesto un cierto nuevo modo de apropiacionismo abierto a todos gracias al avance de las nuevas tecnologías. Internet y numerosos modelos de software más o menos libre permiten a cualquier consumidor de música apropiarse de ella para manipularla a su antojo; es lo que se conoce como “prosumo”. A menudo este tipo de creaciones vulnera los tradicionales conceptos de autoría, y esto suele incurrir en ilegalidad; pero de forma curiosa los productos ilegales de estas prácticas son luego reabsorbidos por la industria musical, y luego vueltos a mezclar, y así sucesivamente alimentando un continuo feedback comercial.
Mi intención con esta serie de obras es explorar los límites de estas prácticas pero con fines exclusivamente artísticos, ¿cuál es el sentido de un mashup no comercial? Tal vez llegar a un callejón sin salida, o tal vez abrir puertas nuevas a nuevos territorios.
Esta cuarta entrega, Mashup 04: Como un grafiti, es un recorrido por algunas de mis obras instrumentales, otro ejercicio autobiográfico en el que mi memoria emocional sirve de hilo conductor a la superposición sincrónica y diacrónica de mis creaciones. La gestación, esplendor, deterioro y destrucción de una pintada callejera me inspiran a modo de metáfora de nuestras propias vidas.
Mashup 04: Como un grafiti fue estrenada el 23 de marzo de 2017 en el Instituto Cervantes de Berlín (Alemania) por Xelo Giner, en el marco del AMEE Festival für Elektroacustische Musik y en España por su dedicataria, Elisa Urrestarazu, el 11 de marzo de 2018 en el Auditorio de la Diputación en Alicante dentro del Circuito 2017/2018 del CDNM, con la colaboración de los bailarines Sara del Pino y Valeriy Bryuzgin.
1. Vaca escanciando sidra.
2. Hamburguesa vestida de gitana.
3. Carpe diem.
Collige, virgo, rosas…
Un imán de nevera no es apenas nada. Forma parte de esa categoría de entes prescindibles que, por alguna razón profundamente arraigada en la naturaleza de nuestro estilo de vida actual, nos invaden la cotidianeidad. Comparten nuestro espacio vital con los sobrecitos de azúcar sabios y los grupos de Whatsapp. Se amontonan, a veces desordenados y a veces formando preciosas filigranas hasta que un buen día se caen, se rompen y mueren.
Me pregunto si en realidad nuestros imanes de nevera, esos que llegan a nuestras vidas, no formarán parte de algún plan trascendental para enseñarnos cosas que de ningún otro modo lograríamos aprender. Y por eso he decidido escucharlos.
OSTINATO RAP 02 es una revisión ampliada de la pieza previamente escrita en el año 2010, OSTINATO RAP.
El comentario a esa pieza rezaba así: "OSTINATO RAP es una pieza pretendidamente desenfadada, una propuesta poco ortodoxa que parte de los bellísimos y muy profundos versos de Shakespeare para fundirse con algunos elementos musicales propios de la cultura popular contemporánea. El concepto de ostinato, omnipresente como no en dicha música popular contemporánea, se utiliza también como puente eventual a los territorios no tan lejanos de la música antigua.
En definitiva, ¿qué enseñanza nos espera tras la experiencia de rapear a Shakespeare mientras tocamos ardientemente la pandereta?"
En esta nueva versión Miguel de Cervantes se asoma y completa un panorama sincrético con toques orientales...
OSTINATO RAP 02 fue estrenada por la Mezzosoprano Anna Tonna y la pianista Isabel Pérez Dobarro en el Paraninfo del International Institute de Madrid el 25 de mayo de 2017.
“Existen siete estados en la curación de un mal:
paz, esperanza, alegría, fé, certidumbre, sabiduría y amor,
que se oponen a las verdaderas enfermedades.”
Edward Bach
“Credo quia impossibile”
Tertuliano
Esta obra es un canto a la utopía. A la utopía de un mundo sin violencia, en el que cada cual dedicase sus energías a construir felicidad. Dice R. M. Schaffer que las criaturas utópicas nunca lloran...
Francesca Caccini me presta sus alas.
Esta propuesta de ritual sonoro ha de ser llevada a cabo por un grupo de personas dispuestas, cada una de ellas, a aportar su voz propia para crear una experiencia conjunta, sistémica e irrepetible. Guiados por uno de ellos, que se erigirá en "persona fuente", llevarán a cabo primero cada cual su propio proceso de introspección, para después materializar entre todos un mar sonoro de emociones profundas.
Fue estrenada por su dedicataria, Sonia Carillo, como persona fuente, junto a un grupo de profesores y alumnos de la Facultad de Música de la Universidad de Transilvania, en Brasov (Rumanía), el 9 de marzo de 2016.
Dancing holes es una propuesta sonora que pretende vertebrar un ritual escénico inspirado en los nueve agujeros del cuerpo humano. Para ello, Ana Sedeño escribe una serie de poemas a partir de las ideas que emanan del texto El sacrificio como acto poético de Angelica Liddell. Básicamente, se trata de expresar la creciente impotencia de la palabra para expresar, y de utilizar el cuerpo como forma de expresión humana alternativa.
Fue estrenada por sus dos dedicatarias, Ana Sedeño y Yolanda Matarán, en el Museo Jorge Rando de Málaga el 6 de mayo de 2016.
Lorca decía que en lo oscuro hay ramas suaves. Siempre me inunda esa imagen cuando escucho las últimas músicas de Nono. En homenaje a Nono construyo esta obra, apropiándome de algunos fragmentos de su Prometheus que trato de hacer míos.
Mi padre trajo un disco a casa cuando yo era muy pequeña. Tenía los bordes rojos y, en la portada, un detalle de un cuadro de Boticelli que representaba el rostro de las Tres Gracias danzando. Se trataba de Ancient Airs and Dances de Respighi, las tres suites completas interpretadas por Los Angeles Chamber Orchestra bajo la batuta de Neville Marriner. La grabación había sido hecha en 1976. Me enamoré de aquel disco de inmediato, y esa música estuvo junto a mí a lo largo de todos esos años en los que acabé convirtiéndome en mujer.
La segunda cara del disco acababa con la Bergamasca final de la Segunda Suite, y tras haber sentido con toda mi pasión adolescente diversos estados de ánimo a lo largo de la obra completa, para mí sin duda aquel era el momento de la alegría. Ese ostinato sencillo y poderoso era capaz de disiparme cualquier sombra de desdicha mientras estaba sonando.
Muchos años después vuelvo a recurrir a Respighi y a su Bergamasca…bueno, en realidad no es suya del todo. Él se basa en una danza original para laúd del siglo XVII, escrita por Bernardo Gianoncelli; la orquesta y la enriquece estructuralmente según el lenguaje posromántico que le caracteriza.
Respighi se apropia de la música de Il Bernardello y yo me apropio de la suya. Uso el ostinato de la bergamasca como antídoto para el dolor y la tristeza que provoca otro ostinato también muy usado en el XVII: el bajo de lamento.
Y con todo este juego quiero mostrar mi agradecimiento a Lynne Kurzeknabe, musicóloga hechizada por la música del XVII, directora de coro y buena amiga, por toda la alegría que ha sabido derramar generosamente en mi vida
1. Il pianto sospeso.
2. Feuer Himmel.
3. Contrappunto siderale alla mente.
4. Onde serene.
5. Sturm mit mir bist Du.
Conocí a Luigi Nono en Granada pocos meses antes de su muerte. No he podido olvidar su conferencia en el Hospital Real porque fue uno de los momentos que más influyó en mi posterior orientación a componer. Él hablaba de forma atropellada y confusa en un dialecto veneciano ininteligible a la vez que paseaba y tiraba hojas escritas (¿partituras?) por todo el suelo. Pero una frase sí que se entendía, y reaparecía en su discurso una y otra vez como si fuera un leitmotiv wagneriano: Caminante no hay camino. Hay que caminar. Y entonces le brillaban los ojos.
He procurado caminar mucho desde entonces y siempre que he podido, también como él sugirió en su última obra, he procurado caminar soñando. A él dedico este quinteto, sin pretensión alguna de emular su lenguaje pero sí traduciendo a mi manera las emociones que siento al oír su música. Mi más sincero agradecimiento, Luigi, donde quiera que estés.
Esta pieza es un sincero homenaje a la poetisa María Victoria Atencia, nacida en Málaga el 28 de noviembre de 1931. Conocí su existencia de un modo muy especial. En mi primera visita al Cementerio Inglés de dicha ciudad reparé en una tumba diminuta de mármol blanco coronada por una cruz celta. Sobre ella rezaba escrito:
VIOLETTE
24-XII-1958 / 23-I-1959
…ce que vivent les violettes…
Aquello me conmovió profundamente y no podía apartarlo de mis pensamientos mientras seguía paseando por entre las sepulturas abandonadas. En el corazón del camposanto hay una zona separada por muros del resto; es la parte más antigua, en la cual las tumbas se encuentran cubiertas de barro y conchas marinas. Y en una de esas paredes, esculpido sobre una gran lápida de piedra, encontré un poema llamado Epitafio para una muchacha. Estaba firmado por María Victoria Atencia y dedicado a la pequeña Violette. Las dos habíamos sido tocadas por una común y arrebatadora experiencia. Desde entonces he leído y disfrutado todos los poemas suyos que he podido encontrar.
Y he compuesto esta obra para poner en paralelo mi experiencia con la suya y, de paso, tratar de dar voz a una niña que, seguro, en su breve paso por este mundo fue muy amada.
Fue estrenada por la Orquesta de Cordoba, dirigida por Juan Luis Pérez, en el Teatro Muñoz Seca del Puerto de Santa María y dentro del XIII Festival de Música Española de Cádiz.
Esta obra está concebida para enmarcar a otras tres obras musicales, convirtiendo el conjunto en un espectáculo unitario.
Mediante la apropiación de diversos elementos estructurales del via crucis católico, propone un ritual profano que pasa revista a los diversos estados de un proceso vital abierto, distribuidos en paralelo a las catorce estaciones originales. Se trata de un recorrido físico que queda intersectado por tres espacios escénicos diferentes en los que se han de materializar tres obras musicales relacionadas con la temática propuesta en cada uno de los tres casos; dicha obras pueden ser de diferentes autores y épocas si así se desea. Trenzadas con todos estos hilos se encuentran algunas palabras del pintor malagueño Jorge Rando, cuyos cuadros y esculturas a su vez los inspiran y nutren de un modo profundo.
La pieza fue estrenada por su dedicataria Alicia Molina como bardo, junto a Yolanda Mayo como intérprete auxiliar 1 y Reyes Oteo como intérprete auxiliar 2, el 12 de junio de 2015 en el Museo Jorge Rando (Málaga).
1. Melancólico
2. Sanguíneo
3. Flemático
4. Colérico
Es ésta una obra realizada al alimón entre las compositoras Reyes Oteo y Diana Pérez Custodio.
A través de un ser humano y su relación con diez cencerros alpinos esta obra recrea la atmósfera sonora propia de cada uno de los temperamentos hipocráticos. Sonidos reales y sonidos imposibles se trenzan en cuatro modos musicales diversos que, como los antiguos modos, empatizan con diferentes zonas del alma.
Para elaborar la cinta se han utilizado tan sólo los propios sonidos emitidos por los cencerros y posteriormente manipulados. La cualidad no temperada de los instrumentos originales es el punto de partida para la manipulación, unas veces abundando en ella y otras intentando sin éxito someter la interválica a un forzado temperamento igual.
Fue estrenada por su dedicatario, Roberto Oliveria, en el Salón Teatro de Santiago de Compostela, el 10 de julio de 2015 en el marco del festival Via Stellae.
- ¿Quién os trajo acá doncella,
del valle de la tristura?
- Dios y mi buena ventura.
Santa Teresa de Jesús,
A la vestición de la Hermana Jerónima de la Encarnación, 1575.
Fue estrenada por Silvia Rodríguez Ariza, José Menéndez Galván y Gonzalo Alonso Osma a las flautas de pico y Lidia Gutiérrez Vargasa la voz, en la sala "El granero" de Villanueva de la Jara (Cuenca), el 2 de mayo de 2015.
Vivimos apropiándonos de elementos preexistentes. Esta obra es la tercera de una serie, Mashup, que se propone reflexionar sobre el asunto de la apropiación como estrategia creativa. Algo que siempre se usó bajo diversos nombres más o menos eufemísticos, y que a partir de la década de los 80 del pasado siglo define toda una corriente artística aún en pleno vigor: el Apropiacionismo.
En la música popular contemporánea estas prácticas se han aglutinado bajo la denominación de “cultura remix”, y aunque los resultados sonoros de ellas no aporten gran novedad en sí mismos, sí que ponen de manifiesto un cierto nuevo modo de apropiacionismo abierto a todos gracias al avance de las nuevas tecnologías. Internet y numerosos modelos de software más o menos libre permiten a cualquier consumidor de música apropiarse de ella para manipularla a su antojo; es lo que se conoce como “prosumo”. A menudo este tipo de creaciones vulnera los tradicionales conceptos de autoría, y esto suele incurrir en ilegalidad; pero de forma curiosa los productos ilegales de estas prácticas son luego reabsorbidos por la industria musical, y luego vueltos a mezclar, y así sucesivamente alimentando un continuo feedback comercial.
Mi intención con esta serie de obras es explorar los límites de estas prácticas pero con fines exclusivamente artísticos, ¿cuál es el sentido de un mashup no comercial? Tal vez llegar a un callejón sin salida, o tal vez abrir puertas nuevas a nuevos territorios.
Esta tercera entrega es el sentido homenaje a un amigo que hace poco nos dejó. El título está extraído de la letra de una chacarera que él mismo escribió y en la que comprimía su dolor por circunstancias personales que le obligaron a renunciar temporalmente a su libertad. En esta obra yo misma utilizo y superpongo muchas de las obras que a lo largo de mi vida he dedicado al tema de la libertad.
Fue estrenada por los alumnos del Curso "Recursos contemporáneos de la voz humana como forma de expresión: creación de una performance" en el Conservatorio di Musica Arrigo Boito de Parma (Italia), el 20 de febrero de 2015.
Muchacha, ¿por qué has dejado tu cántaro en el suelo y te has quedado callada? Es que escucho cómo desde el este y el oeste, desde el norte y el sur ya sopla hacia nosotras el viento frío.
(Poema anónimo de la tribu de los Santal)
1.El Valle sin Retorno
2.La Fuente de la Juventud
3.La Tumba del Gigante
4.El Espejo de las Hadas.
Hace algunos años visité la Bretaña francesa. Explorar el bosque de Paimpont con mis dos hijas pequeñas resultó ser una experiencia que nunca podré olvidar. Para ellas escribo estas piececitas, exentas de dificultad y sólo animadas por la pretensión de proporcionarles un modesto punto de encuentro musical.
La pieza fue estrenada por sus dos dedicatarias en el Conservatorio "Gonzalo Martín Tenllado" el 5 de marzo de 2015.
If the doors of perception were cleanse every thing would apper to man as it is, infinite. (William Blake)
Día tras día y desde las dos dimensiones de mi inteligencia, la moral y la intelectual, me fui acercando así cada vez más a esa verdad por cuyo parcial descubrimiento he sido condenado a tan horrible naufragio: que el hombre no es verdaderamente uno, sino verdaderamente dos. Digo dos, porque el estado actual de mi conocimiento no me permite ir más allá. Otros seguirán, otros legarán más lejos que yo en el recorrido de esas mismas líneas; y yo me aventuro a conjeturar que a la postre se sabrá que el hombre es una mera sociedad de múltiples habitantes, incongruentes e independientes entre sí.
R. L. Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
Textos: Diana Pérez Custodio
Todos sabemos que resulta imposible contar un sueño sin desvirtuarlo, de modo que 7 microsueños resulta ser una desvirtuación poética y sonora de otras tantas experiencias oníricas vividas en primera persona. Los dos intérpretes construyen un sobrio ritual de sonidos y palabras para adentrarse juntos en pequeños mundos siempre desenfocados y a veces terriblemente inquietantes.
Pánico. Estación primera del rito in musica “5 estados extremos”
La Música viene del abismo de la matemática.
Las entrañas desplegadas dan la Música. Producen la Música al desplegarse.
Es revelación del infierno, de los infiernos de la temporalidad que son las entrañas.
María Zambrano
1. En la cama
2. A la cabeza
3. Como un trompo
Esta propuesta de ritual sonoro consiste en materializar con la voz y el movimiento corporal las vivencias personales de cada performer en torno a la circularidad, a lo cíclico, y en torno a cómo salir de los círculos viciosos.
El canto es, simultáneamente, la más carnal y la más espiritual de las realidades.
Aúna alma y diafragma. Puede, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis. La voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia. Desde el punto de vista orgánico, el canto humano nos sitúa más cerca de la animalidad que cualquier otra manifestación.
George Steiner
Es preciso que alguna vez nos demos cuenta de que de nada sirve
predicar y alabar la luz cuando nadie puede verla.
Más bien sería necesario enseñar a los hombres el arte de ver.
Carl Jüng
1. Bombón-ojo
2. Piruleta de corazón...roto
3. Gominola-hidra
"Y ven el cielo y les vuelve a dar sueño y vuelven a bajar dormidos, y vuelven a tocar el fondo del mar y se despiertan y vuelven a subir. Así son nuestros sueños, como delfines.". (Silvina Ocampo)
"Quiero vivir el amanecer. No dejaré de asomarme a cada ventana aun cuando no tenga vistas al paraíso.". (Carolina Vicente Pimpinela)
El o la intérprete debe comprimir su experiencia vital en una línea física sobre el suelo, que debe recorrer en un tiempo total de alrededor de 10 minutos. Dentro de dicho marco espacio-temporal creará un ritual musical y escénico único e irrepetible, pues esta misma obra, abordada por una misma persona en diferentes momentos de su vida, nunca obtendrá el mismo resultado aunque algunos elementos permanezcan. Obviamente, cuanto más larga haya sido la vida real más intensa ha de ser la compresión a la que ésta se ve sometida; ello exige una perspectiva cada vez más alejada y, por tanto, más cercana a lo esencial.
Esta obra es una reflexión sobre la desconexión que a veces se produce entre el tiempo exterior, el que nos coordina a todos mediante relojes, metrónomos y otros dispositivos igualmente mecánicos o digitales, eficaces pero sin alma, y el tiempo interior, el que fluye directamente de nuestras entrañas y no puede, ni debe, ser medido.
Creo que no hace falta estudiar música para saber que uno de nuestros mayores retos como seres humanos es vivir elaborando, siempre que sea posible, un armónico contrapunto entre ambos tiempos.
El título de esta obra es una expresión popular, ya en desuso pero que en su día fue utilizada por poetas españoles de gran renombre, entre ellos el propio Góngora. Según el Real Diccionario de la Lengua, se empleaba “para dar a entender la indiferencia con que alguien mira aquello que por ningún concepto le importa o interesa”.
La obra es un canto sencillo a la felicidad de hacer música. Un intento de crear un instante de vivencia para intérpretes y oyentes durante el cual ninguna otra cosa del mundo importa, sobre todo las indeseables como el dolor, la crisis, la hipocresía, la crueldad o la tristeza.
Para ello, todos los intérpretes juntos crearán una especie de gaita gigante imaginaria que emitirá, como las gaitas reales, varios sonidos simultáneos que entre ellos conviven en perfecta armonía hasta percibirse como una unidad.
1. De la piel
2. Del corazón
3. Del alma
Esta obra cierra un breve periodo de reflexión sobre mi propia trayectoria creativa. La parte pregrabada está construída, de hecho, a partir de materiales de acarreo de obras anteriores.
Se trata de la narración metafórica de tres procesos de sanación tras sendas heridas. El primero, De la piel, es un laborioso viaje de acercamiento entre bordes epidérmicos violentamente separados, de reconstrucción lenta y paciente de tejidos sensibles. El segundo, Del corazón, ahonda en la superación del desgarro tremendo que representa la pérdida de un ser querido para poder seguir viviendo. El tercero y último, Del alma, propone la belleza y la grandeza interior como herramientas de crecimiento ante una situación exterior opresiva y anempática.
Esta obra nace como parte del proyecto Locative Audio, coordinado por The University of Manchester. El día 13 de abril de 2013, varias ciudades de todo el mundo proponen un recorrido inmersivo musical por sus calles; el oyente-transeunte pasea por los itinerarios propuestos en cada caso, y a través de su teléfono móvil escucha diferentes músicas y poemas situados previamente a modo de macro-instalación. Todo ello es posible gracias a una pequeña aplicación (SonicMaps) creada ex profeso por el compositor Ignacio Pecino.
Mashup 02: Taxi es a su vez la segunda entrega de una serie de obras basadas en el fenómeno de la apropiación como método de trabajo. Pensada originalmente para ser situada en una zona de Málaga que está dividida en dos por un túnel que recorre parcialmente el subsuelo de la Alcazaba, incluye la integración de un poema de Inma Bernils manipulado por Paloma Peñarrubia en un entramado de materiales rescatado de mi primera ópera, Taxi.
Reestructurar en el espacio lo que en un principio fue pensado para discurrir en el tiempo supone un reto fascinante. Supone también la posibilidad de habitar físicamente la música.
Vivimos apropiándonos de elementos preexistentes. Esta obra es la primera de una serie, Mashup, que se propone reflexionar sobre el asunto de la apropiación como estrategia creativa. Algo que siempre se usó bajo diversos nombres más o menos eufemísticos, y que a partir de la década de los 80 del pasado siglo define toda una corriente artística aún en pleno vigor: el Apropiacionismo.
En la música popular contemporánea estas prácticas se han aglutinado bajo la denominación de “cultura remix”, y aunque los resultados sonoros de ellas no aporten gran novedad en sí mismos, sí que ponen de manifiesto un cierto nuevo modo de apropiacionismo abierto a todos gracias al avance de las nuevas tecnologías. Internet y numerosos modelos de software más o menos libre permiten a cualquier consumidor de música apropiarse de ella para manipularla a su antojo; es lo que se conoce como “prosumo”. A menudo este tipo de creaciones vulnera los tradicionales conceptos de autoría, y esto suele incurrir en ilegalidad; pero de forma curiosa los productos ilegales de estas prácticas son luego reabsorbidos por la industria musical, y luego vueltos a mezclar, y así sucesivamente alimentando un continuo feedback comercial.
Mi intención con esta serie de obras es explorar los límites de estas prácticas pero con fines exclusivamente artísticos, ¿cuál es el sentido de un mashup no comercial? Tal vez llegar a un callejón sin salida, o tal vez abrir puertas nuevas a nuevos territorios.
Como punto de partida de la serie, elaboro una mezcla de mis propias obras que comprime en diez minutos 21 años de vida creativa. Mashup 01: Ensalada es un ejercicio autobiográfico en el que mi memoria emocional sirve de hilo conductor a la superposición sincrónica y diacrónica de mis creaciones, concretamente de aquellas en las que la voz humana tiene una presencia fundamental.
1. La fuente del dragón vegetal
2. Monotonía salada
3. Tirando piedras al agua
"Si echo mi misma sombra en mi camino es que hay una lámpara en mí que no ha sido encendida". (R. Tagore)
Los cuadros de Georgia O’Keeffe siempre nos invitan a quedarnos con lo esencial. Su simplicidad aparente es sólo la puerta de entrada a un mundo muy profundo y a la vez, aunque ello resulte paradójico, muy luminoso; un mundo en el que no cuesta respirar porque está repleto de aire puro de todos los colores.
A través de un breve texto escrito por Pedro Rojano, esta obra también se constituye en invitación: una invitación a degustar con Georgia el sabor de un instante eterno.
4 ostinati amorosi.zip trata sobre el amor y sobre las diferentes formas de experimentarlo que conoce el ser humano, y está basada en mi pieza anterior 4 ostinati amorosi. Como en mi otras dos obras L’Orfeo.zip y Divina Commedia.zip, me planteo el uso metafórico de la compresión, sólo que esta vez utilizo de base para este experimento mi propia música.
Con el apoyo de ciertos fragmentos del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, un bailarín y un intérprete electrónico tejen cuatro fases de movimiento y sonido. Así, sobre una base pregrabada que sirve de estructura profunda a la pieza se superponen otras capas expresivas que requieren de una dosis importante de improvisación por parte de ambos intérpretes. El bailarín viste en ocasiones una prenda interactiva con sensores diseñada especialmente para manipular elementos del conjunto sonoro. Todos los sonidos sin excepción están construidos a partir de la voz humana manipulada.
La idea de ostinato en un sentido amplio del término nos conecta con algunos aspectos de la música antigua, incluso ancestral, que, unidos al trabajo a partir de gestos de baile muy definidos, acercan la obra a la idea de rito in musica.
Ay, que sí, ay, que no, que lo que me duele, me duele y lo siento yo, que soy Pero Grullo de mi pasión… Tomé esta sencilla canción de Juan Hidalgo, extraje veinticinco elementos sonoros significativos, los reinterpreté y manipulé, los volví a colocar superpuestos al fondo difuso de la propia canción original…¿quién no ha disfrutado alguna vez haciendo un puzzle?
Ahora deberé cantar de lo que no querría,
tanto me lamento del que no soy amiga,
pues le amo más que a cualquier cosa en el mundo
pero no valen ante él ni la piedad ni la cortesía
ni mi belleza, ni mi valor y mi juicio,
porque soy engañada y traicionada
como sucedería si fuera poco agraciada.
Beatriz “Condesa de Dia”,
traducción de la primera estrofa de A chantar m’er de so q’ieu non volria.
(ca. 1180)
Durante el siglo XII llegaron a su máximo esplendor en Occitania las Cortes de Amor. En ellas las damas nobles y cultivadas se reunían con algunos trobadores para constituir los tribunales de amor, en los que se juzgaba a aquellos amantes culpables de alguna falta de amor según un estricto código de 31 reglas. Se trató de un periodo privilegiado y excepcional en la historia de la emancipación femenina, y hasta nosotros ha llegado el testimonio poético de algunas de aquellas mujeres: las trobairitz.
De entre estos poemas para ser cantados sólo se conserva una melodía original escrita por mano de mujer, A chantar m’er de so q’ieu non volria, firmada por la Condesa de Dia, cuyo nombre era Beatriz y que fue esposa de Guillermo de Poitiers y amante del trobador Rimbaud de Orange, al que dedicó todas sus canciones.
Es esa la melodía en la que baso esta obra, en la que reviso el sentimiento de dolor amoroso que fue, es y será un campo de batalla universal, un camino oscuro infinitas veces recorrido por hombres y mujeres de cualquier época.
Obra estrenada por su dedicataria, Anna Margules, el 10 de noviembre de 2013 en el DT Espacio Escénico de Madrid.
La obra es un ejercicio de sinestesia a partir de uno de los trabajos del mismo nombre de Wolman. “Metagrafía” es el término ideado por los letristas para definir algo así como una “superescritura”, constituida por letras y signos bien sean reales o inventados. Wolman construye varias en 1954, año en el que termina la primera guerra de Indochina con la división en dos del país según el acuerdo de Ginebra; éste sería el origen de la posterior guerra de Vietnam.
Hace varios meses comencé a interesarme por la compresión del tiempo. En mi obra L’Orfeo.zip reflexioné sobre cierta perspectiva de vida que nos propone reiteradamente nuestra actual sociedad y que premia el conseguir resultados sin experimentar los procesos o, si no hay otro remedio, experimentándolos a la mayor velocidad posible. Me preguntaba así por todo aquello que, con tanta prisa, dejamos atrás sin ni siquiera ser conscientes de ello.
Ahora deseo explorar otras caras de este poliedro. He comprimido la lectura de la Divina Commedia de Dante en versión original a aproximadamente una centésima parte de su valor temporal, reduciendo el texto a un murmullo ininteligible y monótono. Sobre este fondo implacable un ser humano trata de esquematizar velozmente su propia experiencia de lectura previa de ese mismo texto. Para ello usa su voz y un piano. Y así me pregunto cuánta belleza se nos escapará en esta vida por no conocer a veces los códigos adecuados de descompresión de la información que recibimos. También me pregunto si la concentración máxima de un producto artístico nos sitúa necesariamente en el extremo de la superficialidad o por el contrario podría asomarnos a un abismo mucho más intenso.
Feeling’s corner se materializa como la tercera y última obra (la primera fue Bárbara-Scarlatti y la segunda Tras años de peregrinaje) de una trilogía que, bajo el título global de Sosteniendo tu mirada y a modo de work-in-progress, pretende profundizar en la idea de rito in musica a través de la exploración del concepto de homenaje.
Se trata de trasladar al formato de espectáculo musical una práctica fotográfica muy antigua: la de utilizar un panel previamente pintado con un cuerpo, que en vez de cara tiene un agujero para que ponga la suya cualquier persona. Hoy en día se consigue el mismo resultado con los fotomontajes informáticos, que incluso aportan infinitas nuevas posibilidades a este juego visual. El caso es que al contemplar las diferentes fotos que se obtienen cuando se asoman distintos rostros al mismo marco, nos abruma la evidencia de que cada piel viva, cada mirada, irradia su energía a la madera muerta que les encuadra y establece con ella una relación sistémica única e irrepetible.
Así, Sosteniendo tu mirada 03 es el resultado de asomar a un marco sonoro preestablecido la música de Claude Debussy. Ese marco en realidad no es más que un ritual escénico y audiovisual que permite a los dos intérpretes conectar con los más profundos sentimientos de Debussy y, de paso, con una parte escondida de sus propias conciencias.
En un pequeño municipio de la costa malagueña existe una cueva muy especial conocida como La Cueva del Tesoro. Es una de las tres cuevas de origen submarino que se contabilizan en el mundo, y la única de esta especie que encontramos en Europa. A su interés geológico se suma el hecho de que fue utilizada como santuario desde la Prehistoria; en su seno se adoraba a Noctiluca, diosa lunar de la fecundidad, la vida y la muerte.
Muchas leyendas se han ido forjando en torno a esta cueva de paredes suaves y voluptuosas desde la Edad Media hasta nuestros días: se dice que Marco Craso la usó como refugio durante meses; se dice que cinco reyes moros escondieron un magnífico tesoro en alguna de sus salas; se dice que era habitada por un dragón descomunal; se dice también que vaga por sus recovecos el fantasma de “el suizo”, que durante treinta años dinamitó la cueva en busca del famoso tesoro y que terminó muriendo en una de esas explosiones.
Yo, siempre que puedo, vuelvo a ella. En su interior me siento a la vez alerta y protegida, diminuta y plena, temblorosa y en paz. Recorrerla nunca me deja indiferente. Con esta obra pretendo mostrarle mi agradecimiento.
1. Inicio
2. Auto (1, 2 y 3)
3. Entremés
4. En blanco
5. Fin.
Música incidental para la obra Cómicos, que Abulaga Teatro pone en escena de la mano de David Lobo y Paki Díaz y bajo la dirección de Rafa Castillo. Todos los cortes están construídos exclusivamente a partir de la manipulación de la voz de la soprano Alicia Molina.
Mezclar sudor vegetal con agua pura de la fuente Castalia. Agitar cuidadosamente en un vaso de piedra antigua y beber sin boca.
Nuestro entorno actual nos invita a vivir la vida a toda velocidad, a exprimir los minutos hasta límites extremos. Se premia la rapidez y la eficacia a veces muy por encima de otros valores humanos. Los formatos musicales de moda rondan los tres minutos y medio de duración, y salvo excepciones simultaneamos la escucha musical con diversas actividades, todo en aras de aprovechar el tiempo.
Con tanta prisa no es de extrañar que a menudo pasemos junto a o por encima de cosas verdaderamente importantes sin darnos cuenta. Profundizar en algo lleva tiempo y empeño, sobre todo profundizar en nosotros mismos. No podemos resumirnos sin perder lo más valioso de nuestra esencia.
L’Orfeo.zip es una reflexión (breve, por supuesto) sobre todas estas cuestiones. A modo de parque temático, esta obra comprime la primera ópera de la historia, L’Orfeo de Claudio Monteverdi, a menos de una décima parte de su duración y la resume de la forma más superficial y aséptica posible. Mientras tanto, el personaje de Eurídice, apenas una marioneta de desdibujados rasgos en la ópera original, pugna por hacerse escuchar y se lamenta de su terrible destino. El intérprete de arpa no puede, no debe quedarse indiferente…
Tras años de peregrinaje se materializa como la segunda obra (la primera fue Bárbara-Scarlatti) de una serie que, bajo el título global de Sosteniendo tu mirada y a modo de work-in-progress, pretende profundizar en la idea de rito in musica a través de la exploración del concepto de homenaje.
Se trata de trasladar al formato de espectáculo musical una práctica fotográfica muy antigua: la de utilizar un panel previamente pintado con un cuerpo, que en vez de cara tiene un agujero para que ponga la suya cualquier persona. Hoy en día se consigue el mismo resultado con los fotomontajes informáticos, que incluso aportan infinitas nuevas posibilidades a este juego visual. El caso es que al contemplar las diferentes fotos que se obtienen cuando se asoman distintos rostros al mismo marco, nos abruma la evidencia de que cada piel viva, cada mirada, irradia su energía a la madera muerta que les encuadra y establece con ella una relación sistémica única e irrepetible.
Así, Sosteniendo tu mirada 02 es el resultado de asomar a un marco sonoro preestablecido la música que Franz Liszt compuso a partir de un poema de amor que, varios siglos antes, había escrito Petrarca a su inalcanzable Laura. Ese marco en realidad no es más que un ritual escénico y audiovisual que permite al pianista conectar con los más profundos sentimientos de Liszt y, de paso, con una parte escondida de su propia conciencia.
Hace no tanto que un viola muy ilustre publicó su famoso libro Cinderella no more. En él reivindicaba ardientemente las posibilidades de su instrumento y su derecho a dejar de ser la Cenicienta de la sección de cuerda de las orquestas. Con sus escritos y con su arte Lionel Tertis consiguió que al fin la viola fuese tratada, al menos en ocasiones, como toda una princesa de la cuerda frotada.
Esta pequeña obra no es más que una broma musical en la que, sobre un conocido tema de la Cenicienta de Disney, dos instrumentistas comparten un sólo insturmento, dando una vuelta más de tuerca a la evolución técnica de tan hermoso cordófono.
1. Liturgia de metal. Para conjurar el miedo primigenio
2. Vocalización. Para conjurar el miedo al fracaso
3. Abrazo de los pájaros. Para conjurar el miedo al abandono
4. Danza del paréntesis. Para conjurar el miedo a la enfermedad
5. Arco Iris. Para conjurar el miedo al lado oscuro
6. Loa. Para conjurar el miedo a futuro.
Todos tenemos miedo de algo alguna vez.. Todos sabemos cómo a veces nuestros temores pueden llegar a paralizarnos, a convertir nuestra sangre en hielo y nuestra frente en un abismo infinito. Y eso forma parte de nuestra vida, sin remedio; cuanto más nos empeñemos en cerrarles la puerta, más fuerte la derribarán.
Es por eso que propongo este peculiar rito in musica, esta invitación a que los miedos encuentren nuestras puertas abiertas de par en par; para entrar...y, sobre todo, para salir.
Bárbara-Scarlatti se materializa como la primera obra de una serie que, bajo el título global de Sosteniendo tu mirada y a modo de work-in-progress, pretende profundizar en la idea de rito in musica a través de la exploración del concepto de homenaje.
Se trata de trasladar al formato de espectáculo musical una práctica fotográfica muy antigua: la de utilizar un panel previamente pintado con un cuerpo, que en vez de cara tiene un agujero para que ponga la suya cualquier persona. Hoy en día se consigue el mismo resultado con los fotomontajes informáticos, que incluso aportan infinitas nuevas posibilidades a este juego visual. El caso es que al contemplar las diferentes fotos que se obtienen cuando se asoman distintos rostros al mismo marco, nos abruma la evidencia de que cada piel viva, cada mirada, irradia su energía a la madera muerta que les encuadra y establece con ella una relación sistémica única e irrepetible.
Así, Sosteniendo tu mirada 01 es el resultado de asomar a un marco sonoro preestablecido la música que Domenico Scarlatti compuso para su excelente alumna y gran amiga Bárbara de Braganza. Ese marco en realidad no es más que un ritual escénico y audiovisual que permite al pianista conectar con los más profundos sentimientos de, en este caso, dos importantes personalidades históricas que vivieron unidas por la música.
1. Gruta de las pesadillas
2. Gruta del lago de cristal
Dos miniaturas gráficas para dos personas cualquiera que, independientemente de su nivel técnico, quieran sentarse juntas a tocar el piano.
La obra nace desde el agradecimiento y la admiración a la maestra que verdaderamente me enseñó a comprender el alma de ese teclado blanco y negro ante el que yo había pasado tantas horas de mi vida; que me enseñó que ese teclado, como una gruta de cuento, contenía tesoros maravillosos.
Primera persona del singular del presente de indicativo del verbo soplar. Ráfaga de aire. Instante.
Un cuadro de Pollock está gritando...
Si la primera pieza de esta serie, Contracanto 01, se planteaba en clave de humor, la segunda, Contracanto 02, se sitúa en cambio en el desgarro. Está compuesta a la memoria de la soprano María José Sánchez, y en especial en recuerdo de su peculiar relación con lo escénico, compartida con la mezzo Elena Montaña, la dedicataria de esta obra; juntas formaban el dúo Voz dramática.
Esta obra representa, de hecho, una situación dramática para voz sola.
Dos mundos en constante confrontación, el interior y el exterior, separados tan sólo por la delicada barrera de los párpados. Todo un ritual de entendimiento entre el consciente y el subconsciente.
1. Bautismo de sal
2. Bautismo de aire
3. Bautismo de piedra.
Existen algunas acepciones no necesariamente religiosas del término bautismo; las conocemos bien: renacer, iniciarse, realizar algo por primera vez, sumergirse… En una suerte de mística profana, estos tres bautismos nacen de sendas experiencias de inmersión en lo sublime.
En algún rincón de la Capadocia tuve la ocasión de visitar un lugar muy similar a mis propias entrañas; un lugar laberíntico, oculto, siempre cambiante, siempre parecido y siempre intenso; un lugar en el que, aunque pareciera aparentemente imposible, se podía respirar aire puro a muchos metros bajo tierra.
He soñado algunas veces que volvía allí, y que me cobijaba al abrigo de una tremenda oscuridad. Tras uno de esos sueños compuse esta obra.
Obra pensada, como indica su nombre, para poner fin a un concierto...
Utilizando textos del poeta Juan Domínguez Martínez y algunos fragmentos del Génesis (concretamente de El Paraiso y de La caída), El ángulo de la manzana explora la descomposición fonética y posterior recomposición artificial de las palabras.
Esta pieza trata sobre el amor y sobre las diferentes formas de experimentarlo que conoce el ser humano.
Con el apoyo de ciertos fragmentos del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, un bailarín y un intérprete electrónico tejen cuatro fases de movimiento y sonido. Así, sobre una base pregrabada que sirve de estructura profunda a la pieza se superponen otras capas expresivas que requieren de una dosis importante de improvisación por parte de ambos intérpretes. El bailarín viste en ocasiones una prenda interactiva con sensores diseñada especialmente para manipular elementos del conjunto sonoro. Todos los sonidos sin excepción están construidos a partir de la voz humana manipulada.
La idea de ostinato en un sentido amplio del término nos conecta con algunos aspectos de la música antigua, incluso ancestral, que, unidos al trabajo a partir de gestos de baile muy definidos, acercan la obra a la idea de rito in musica.
OSTINATO RAP es una pieza pretendidamente desenfadada, una propuesta poco ortodoxa que parte de los bellísimos y muy profundos versos de Shakespeare para fundirse con algunos elementos musicales propios de la cultura popular contemporánea. El concepto de ostinato, omnipresente como no en dicha música popular contemporánea, se utiliza también como puente eventual a los territorios no tan lejanos de la música antigua.
En definitiva, ¿qué enseñanza nos espera tras la experiencia de rapear a Shakespeare mientras tocamos ardientemente la pandereta?
Todos sabemos que resulta imposible contar un sueño sin desvirtuarlo, de modo que 7 microsueños resulta ser una desvirtuación poética y sonora de otras tantas experiencias oníricas vividas en primera persona. Un acordeón casi fisiológico y una actriz que derrama palabras se adentran juntos en pequeños mundos siempre desenfocados y a veces terriblemente inquietantes.
Ritual escénico y sonoro para 20 intérpretes o más.
Esta obra fue especialmente compuesta para el grupo ACIM del Conservatorio Superior de Música de Málaga. Dicho grupo está integrado enteramente por alumnos del centro, y su objetivo consiste en explorar los distintos caminos que la música contemporánea propone al intérprete. Concretamente Gana el pulso, mediante una sencilla acción escénico-musical colectiva, pretende enfrentar la sofisticación poética y ética de ciertos fragmentos de las Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique, tratados de forma heterofónica, con la rotundidad algo violenta y cotidiana de un pulso de percusión.
12 piedras. Ritual es una propuesta escénico-musical que explora la temática del dolor, un rito in musica que hunde sus raíces en el palo más jondo del flamenco: la siguiriya. Tres mujeres, una soprano, una palmera y una inventora de artefactos sonoros, interactúan con sensores y piedras para construir un proceso que, paralelamente a lo que sería la distribución de acentos de un compás de siguiriya hipertrofiado, conduce hacia una peculiar catarsis.
El libreto está construido a partir de textos escritos o seleccionados por Sara Molina.
El landay es un poema muy corto que improvisan cantando las mujeres pastún de Afganistán. Los trece que utilizo en esta obra están extraídos de la recopilación que Sayd Bahodín Majruh hace en su libro El suicidio y el canto. En el prólogo de dicho libro él nos explica hasta qué punto la condición femenina en el seno de estas tribus es particularmente dura, y cómo el amor que trata de escapar al matrimonio, siempre impuesto y nunca deseado, se castiga con la muerte. Nos dice literalmente sobre la mujer que se atreve a cantar landays: “En un medio social donde lo que nombra la pasión y la sexualidad pasa por estrictamente tabú, no teme abordar estos temas sin rodeos, con una brutal sinceridad. No teme ser de carne y sangre, y se enorgullece de glorificar su cuerpo, el amor carnal y el fruto prohibido. Se comporta como si quisiera voluntariamente disgustar, escandalizar a los hombres, provocarlos en su virilidad. Y lo que otorga una fuerza particular a este discurso es que ningún sentimiento de ternura o piedad se da cita en él.”
Mariposario está inspirada por la experiencia real de sumergirse en un recinto cuajado de mariposas vivas. Entre una maraña de sonidos electrónicos, siempre casi iguales y siempre en movimiento, dos melodías de Manuel Castillo (en concreto dos extractos de sendas Dos Canciones para la Navidad, que el maestro dedicó a Teresa Berganza) emergen de la guitarra solista y se erigen en protagonistas del conjunto.
Cesar Manrique fue un creador especialmente comprometido con la desintegración de las incómodas barreras que a menudo se han establecido entre el arte y la naturaleza. Un buen ejemplo de ello son las piezas escultóricas de su serie bautizada como Juguetes del viento, muchas de las cuales se encuentran en Lanzarote, su isla natal. Si se contemplan fijamente, su movimiento, cíclico pero a la vez ligeramente cambiante según las fluctuaciones del aire, produce un efecto hipnótico. Mi obra musical se basa en la elaboración de las experiencias poéticas resultantes de permanecer absorta un buen rato delante de cinco de estas esculturas.
Esta pequeña obra narra, en primera persona y en clave de humor dramático, una versión algo aberrante del trasnochado tema de la metamorfosis.
Casi nada. Algunos sonidos en un mar de silencio formando un archipiélago de islas oníricas, concretamente cinco: La isla del viento, La isla negra, La isla sumergida, La isla cambiante y La isla inalcanzable.
1. ¿Cuál es más bella?
2. ¿Cuál es más bestia?
3. Depende.
La bella y la bestia es un dúo que puede ser interpretado en diferentes versiones en función del nivel técnico y del gusto de los ejecutantes. Ciertos fragmentos de la partitura, escritos en color rojo, son los que ofertan tres posibilidades de lectura que hace la pieza apropiada para su uso en las aulas desde los cursos más elementales.
Caer. Volver a levantarse para avanzar. Caer de nuevo y volver a levantarse para comprobar con sorpresa que en el suelo también se ha avanzado... Esta metáfora de la vida misma que es Cíclica recorre la historia de la música vocal desde sus orígenes hasta nuestros días parodiándola.
Lamento 1 forma parte de una obra colectiva creada por profesores del Conservatorio Superior de Música de Málaga en homenaje a Barbara Strozzi, y titulada Lamentos para Bárbara. Cada compositor debía escribir un breve comentario musical a un fragmento del célebre Lamento de la Strozzi; en la interpretación, los comentarios suenan justo después de la interpretación literal del fragmento elegido como modelo en cada caso.
Canción dormida es una obra fundamentada en el desarrollo riguroso de una estructura musical. La mano izquierda va repitiendo una sencilla melodía modal, que parte de los graves y que va subiendo de octava hasta agotar el registro por los agudos; a esta melodía, en ocasiones, se le añaden hasta dos voces más a modo de contrapunto, con la dificultad técnica que ello supone para el intérprete. La mano derecha comienza con unas veloces fusas cromáticas en el registro agudo, que a medida que van descendiendo hacia los graves van disminuyendo progresivamente de velocidad y volviendo a aumentarla hasta el final. Todo el proceso supone dos líneas cruzadas que dibujan un arco. La interpretación ha de ser, además de rigurosa, muy sutil, pues aunque parece que pasan muchas cosas, en realidad pasan muy pocas, y ese estatismo, ese carácter repetitivo, aunque haya algunos cambios cada vez, necesita de una dosis importante de sensibilidad por parte del intérprete para hacer los cambios a la vez evidentes y suaves.
Esta pequeña obrita pretende ser una especie de metáfora gastronómica de la vida. Carne somos. La carne es débil… ¿o no siempre? En cualquier caso, existen muchas recetas cuya principal base es la carne. El steak tártaro es sin duda, de entre todas ellas, una de las más refinadas.
Ana Sedeño me propuso que creara música para un vídeo que estaba construyendo a partir de unas imágenes filmadas en un reciente viaje a Marruecos. La estructura de ese vídeo me fascinó, tan mecánica y a la vez tan expresiva... En ella me inspiré, y despedazando una hermosa canción que me envió mi amiga Yolanda Sin justo antes de morir elaboré una estructura de loops inflexible pero en el fondo desgarrada.
1. Rostro oscuro de perfil
2. Mujer de frente con un codo arriba
3. Máscara con ojo azul
4. Mujer de frente con dos codos arriba
5. Máscara con ojo negro
Dicen que la pintura es muda. Nunca entendí porqué. De hecho, en esta obra trato de transcribir, literalmente, lo que escuché decir a cada una de las cinco figuras del cuadro (el bodegón se limitó a permanecer atento y en silencio). Así, se suceden cinco breves monólogos musicales a modo de archipiélago sonoro, de islas rodeadas por un mar de telas confusas e inquietantes.
1. Sueño de las estrellas
2. Sueño-muerte
3. Sueño con peces
4. Sueño blanco
5. Pesadilla
6. Sueño-puerta
La oscuridad resbala, borrando mi lecho.
Bendito sea el cuerpo de mi amado.
Bendita sea su boca, puerta de todos mis sueños.
Respondiendo a un llamamiento por parte del Grupo TEM a varios compositores malagueños o residentes en Málaga para homenajear, mediante la grabación de un CD de música mixta, al compositor e investigador malagueño Eduardo Ocón, Nana se contruye enteramente a partir de la sencilla melodía popular que cierra su cancionero. La versión en directo se plantea de modo parecido a la famosa Sinfonía de los adioses, pues está pensada para funcionar como final de un concierto monográfico: cada músico, al terminar su intervención, abandona el escenario, dejando por último a la cinta que suena el protagonismo exclusivo de la coda. Dicha coda, a su vez, consiste en la voz de mi madre sin manipular cantando la melodía de la nana; el resto de la cinta se extrae de la manipulación y disgregación de ese final.
El lago durmiente pretende ser un homenaje al Tchaikovski que un día fue niño y que acaso nunca dejó del todo de serlo. El nombre de la obra crea, mediante la evidente fusión de parte de los títulos de dos de sus más conocidos ballets, un lugar, un espacio imaginario donde descansan cisnes encantados, princesas imposibles, cascanueces parlantes, hadas y criaturas del bosque. Por supuesto, todos ellos se encuentran hoy sumergidos bajo las aguas densas del olvido, apartados radicalmente de nuestra cotidianeidad por un ejército de videoconsolas, superhéroes musculosos y demás pobladores del imaginario contemporáneo. No está de moda la ingenuidad.
Precisamente esta obra se construye ensamblando elementos musicales que no están de moda, quizá por ser demasiado ingénuos. Las disonancias son casi siempre suaves, los elementos claros, los procedimientos sencillos de percibir. Describirla, pues, desde el punto de vista compositivo, seguro que resulta tedioso y hasta redundante para los oyentes, así que trataré de ser muy concisa al respecto.
La obra es una breve obertura de concierto atravesada por ciertos componentes de la música de los ballets de Tchaikovsky; por poner ejemplos que saltan al oído, la orquestación concede en ocasiones clave importancia a instrumentos como la celesta o el arpa, y la estructura se articula en torno al comienzo (no más) de la conocida escena del segundo acto de El lago de los cisnes que sirve de inicio a la suite orquestal de la pieza. En otro orden de cosas, el registro grave de la orquesta se encuentra reforzado, tiñendo el conjunto de un carácter sombrío en el que los instrumentos de registro agudo pueden correr el peligro de ahogarse.
Podemos percibir seis micropartes, claramente delimitadas por el diferente tratamiento de la melodía pedal grave descendente (sol-fa-re-do-si bemol) que recorre la obra de principio a fin. En la primera, cada una de las notas de esta melodía se prolonga y se superpone, siempre en pianísimo, para servir de fondo a las apariciones de instrumentos como el arpa, la celesta y el glokenspiel. Tras la discreta intervención del oboe, comienza la segunda, sobre el si bemol grave, en la que por primera vez suena, en las flautas y preparado por el arpa, el acorde de si menor tan característico del comienzo de Tchaikovski antes mencionado. En la tercera parte suena la melodía pedal, limpia y completa, bajo un diálogo de fragmentos melódicos simples, unos más nítidos y otros más texturales, que arropan otra aparición del acorde de si menor. El punto climático de la obra llega en el cuarto fragmento, en el que la melodía pedal se hace fuerte y protagonista en la mayor parte de la orquesta, y en la que el contrafagot alcanza la nota más grave posible de toda la paleta sinfónica. El fragmento quinto, tras presentar rápidamente y por última vez la melodía pedal, procede a la descomposición, mediante glissandi lentos en las cuerdas, del climax, conduciendo el discurso hacia el sexto fragmento, que no es más que la cita casi literal del famoso comienzo de la escena de El lago de los cisnes. Claro que aquí el comienzo se ha utilizado como final, dando paso al verdadero Tchaikosvky que ha de sonar a continuación, con sus maravillosas Variaciones Rococó; al Tchaikovsky de las sinfonías y las grandes obras cargadas de pasión y a menudo de amargura. Quizás en buena parte amargura por una ingenuidad sepultada bajo las aguas turbulentas de su propia vida.
Desde el más profundo respeto y admiración al maestro Schaeffer, este tren sonoro fagocita no sólo su primera obra de música concreta, Etude aux chemins de fer, sino también otras cuatro obras con la voz humana como principal protagonista, dos de ellas polifónicas y otras dos dentro de la tradición del text sound. Extrayendo materiales de estas cuatro obras se elabora un contrapunto heterofónico que, a modo de segunda voz, superponemos a la obra original, que a su vez funciona como cantus firmus. Circulamos sobre los mismos raíles pero entre nuevos paisajes.
Voi che sapete che cosa e amor...
Viola d'amore no es más que una resonancia poética de esa célebre frase del Cherubino de Mozart, una sublimación de la soledad en la que el intérprete entona un delicado lamento sobre el fondo desgarrado de la voz propia perdida en el laberinto del desencuentro.
"Y aunque cantéis como los ángeles, si no amais el canto estáis impidiendo que los oídos de los hombres escuchen las voces del día y las voces de la noche". (Gibrán Jalil Gibrán)
Otra vez el nudo en la garganta. Otra vez el cuerpo partido en dos: un trozo abajo del nudo y otro trozo por encima.
Luchando por no hundirme y desaparecer, por no ahogarme.
Por no ahogarme, por no hundirme y salir.
Pero el nudo sigue ahí.
Y debo seguir luchando por no estrellarme y desaparecer, por no romperme.
Por no romperme, por no estrellarme y vivir.
Por deshacer el nudo.
Nacida con la intención de ser bailada en un concierto-espectáculo para niños. Esta obra es una propuesta abierta que puede ser interpretada de muchas formas; sobre una base pregrabada invita a la improvisación musical y a la danza. Hay una historia de partida: un niño abre y cierra el estuche de su violín, que ejerce de puerta mágica entre diferentes mundos.
Ejercicio de sinestesia sobre cuadros de Sean Scully.
1. Dark Wall
2. Wall of Light Light
3. Sea Wall
4. Wall of Light Fire
Regalo para una boda...
Esta pieza inicia una serie de obras para voz sola o con acompañamiento. El eje central que articula todas las obras de la serie es la lucha de la voz cantada por imponerse o, simplemente, existir. En el caso de Contracanto 01, dedicada "con cariño a mis amigas las divas", una soprano gorjea alabando su propia voz mientras que, poco a poco, el órgano va ganando masa sonora; la soprano tratará de conservar el protagonismo a toda costa.
La primavera ha sido utilizada demasiadas veces como recurso poético, como metáfora fácil y cotidiana (y por tanto a menudo vacía) de juventud, amor, decubrimiento y vida. Hablar de primavera parece haber perdido cualquier clase de interés artístico. Diríase que el lugar de la primavera ha quedado limitado a las postales de felicitación prefabricadas y a los SMS. El pasado mes de abril salí muy temprano un día cualquiera por una calle cualquiera. Un cambio radical en el aire y sus olores me sacó de mis pensamientos. Quedé un buen rato en blanco, contemplando cómo el sol se filtraba entre las nervaduras de las hojas tiernas de un árbol. Después me fui a casa y comencé a escribir esta obra. Desde el fondo de algún abismo verde claro, un Vivaldi cómplice me sonreía.
Aquae gutta.
Paululum terrae.
Semina hominis.
(Una gota de agua
Un poquitín de tierra
Semillas de hombre.)
Este texto escrito por Violeta Pérez Custodio da origen a toda la composición.
(Meditación sobre la paciencia).
La idea de esta obra surgió contemplando uno de los cuadros invertidos de Arcimboldo, concretamente el titulado El hortelano. Para llevarla a cabo se han utilizado los cinco compases finales del motete Ecce quomodo moritur de Jacob Handl (Jacobus Gallus), compositor contemporáneo de dicho pintor y que trabajó en la misma corte que él, la de Rodolfo II en Praga.
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa...
(De la Rima VII de Gustavo Adolfo Bécquer)
Banda sonora de las imágenes de Ana Sedeño en homenaje al cineasta Takeshi Kitano, elaborada sobre una catastrófica y maravillosa interpretación vocal de la legendaria María de Andrade. Cierra la trilogía de homenajes también integrada por Deciberio y Resfrío fiebre (Re-medio).
Estoy respirando. Sólo eso. Respirando triste.
Estoy pegado/a a la boquilla de un saxofón, aferrado/a a ella como un náufrago a su tabla. Sólo eso. Como un náufrago.
Estoy como en el mar, a la deriva y rodeado/a de murmullos;
murmullos que salen de mis labios pero que nadie puede comprender, igual que nadie puede comprender el murmullo de las olas.
Sólo eso. Rodeado/a de mis propios murmullos. Como un náufrago. Triste. Respirando.
Quizá si trato de hablar en voz alta todos se van a dar cuenta de que intento decir algo.
No se si eso es mejor a peor. Tampoco me importa.
No me importa si me entienden o no.
Por eso no voy a despegar mis labios de la boquilla del saxofón.
Porque no importa si lo que estoy diciendo son palabras o un amasijo de sonidos.
Porque no importa si lo que ahora suena se llama murmullo, palabras o música.
Nada de eso importa cuando de nada sirve hablar.
Es ésta una obra realizada al alimón entre las compositoras Diana Pérez Custodio (en la parte de electrónica) y María Luisa Ozaita (en la parte lírica), mientras que las dos han ideado su presentación teatral. Los versos, que han sido transformados en la grabación, son de María Luisa Ozaita, quien también prestó su voz en el recitado de los mismos en vascuence. Estos mismos versos son interpretados por la soprano en castellano. El tercer elemento que interviene en la performance es una desatascadora de pianos.
Renacimiento está concebida como el elemento final de un tríptico. La primera de las óperas que lo integran, Taxi (2003), nos sumergía en un viaje interior a través del cual la protagonista, físicamente desdoblada en una cantante y una bailarina y guiada por un actor-taxista, experimentaba como mujer los límites de su propia realidad. La segunda, Fonía (2004), enfrentaba a sus dos protagonistas masculinos, un cantante lírico y un cantaor flamenco, con la resbaladiza cuestión de definir el amor.
Ahora, Renacimiento cierra el círculo volviendo a una protagonista femenina, entera, sola y cotidiana, que vive una situación, de nuevo, de viaje; sólo que ahora se trata de un viaje exterior. Sufre, divaga, y un sueño le enseña las claves para iniciar su particular proceso de “renacimiento”. El amor como estado concreto, no necesariamente aplicado a nada ni a nadie sino como vehículo de lucidez y crecimiento personal, es su herramienta.
Algunos textos musicales del Renacimiento español se abren paso entre un tejido sonoro aparentemente muy sencillo.
En 1887, el médico polaco Zamenhof creó un idioma al que llamó esperanto. Sus pretensiones consistían en que pudiese ser utilizado como lengua internacional, y para ello mezcló voces tomadas principalmente de las lenguas románicas y de la lengua inglesa. Hoy en día el esperanto goza de una excelente salud y, al parecer, varios millones de personas lo dominan en el mundo.
También escuché a menudo calificar la música como idioma universal… No creo que ni el esperanto ni la música hayan conseguido (por desgracia) reconstruir todo aquello que, dicen, se rompió en Babel además de la famosa torre.
Esta obra inicia una serie de reflexiones sonoras dramatizadas sobre esta peliaguda cuestión de entenderse y no entenderse.
1. Todo es hermoso
2. Todo influye sobre todo
3. Todo es aburrido
El arte Pop nos hizo ver nuestro mundo cotidiano con otros ojos. Warhol fue uno de sus más comprometidos representantes. Con sus obras y, sobre todo, con sus acciones, puso en tela de juicio muchos de los pilares estéticos e ideológicos que habían soportado la actividad artística en Occidente durante siglos.
Esta pieza nace de una reflexión sobre su pensamiento; de hecho “Todo es hermoso”, “Todo influye sobre todo” y “Todo es aburrido” son tres de las más famosas frases de Andy Warhol. Como muestra de cada una de ellas escogí tres de sus cuadros: Do-It-Yourself (flowers) (Hazlo tú mismo -flores-), Double Silver Disaster (Doble desastre plateado)y Marilyn Monroe’s Lips (Labios de Marilyn Monroe).
El primero presenta un dibujo de flores a medio colorear, y los espacios en blanco están numerados, como ocurre en algunas láminas infantiles; en mi pieza musical el guitarrista ha de rellenar fragmentos de música (de diferentes colores en la partitura) como si de un puzzle se tratase. El segundo muestra dos reproducciones plateadas, estropeadas y ligeramente diferentes de la silla eléctrica. El tercero y último es un doble lienzo en el que aparece 168 veces una imagen tosca de la sonrisa de Marilyn Monroe, uno de los ídolos más utilizados en el Pop Art.
Esta pequeña pieza está integrada en la obra colectiva Castillo de Damas, que fue encargada por el Festival de Música Española de Cádiz a las integrantes del Taller de Mujeres y Creación Musical Actual para homenajear al entonces recientemente fallecido Manuel Castillo. La obra total consistía en alternar las piezas impares de la colección Introducción al Piano Contemporáneo (compuesta por Castillo como obra pedagógica) tocadas al piano en su versión original, con glosas orquestales a las piezas pares de la colección (originalmente compuestas para esta ocasión). 16 es la glosa a la pieza original de piano correspondiente a dicho número y trata de presentar los materiales musicales de la piececita de piano desde una nueva perspectiva, no sólo tímbrica sino también contrapuntística y conceptual.
Esta pequeña pieza puede ser escuchada como una especie de nana. También podría ser entendida como la vida de una idea circular, o como una metáfora de nuestra propia vida.
Pero posiblemente lo mejor sea limitarse a escuchar en torno a 4 minutos 33 segundos de música sin más.
1. La tierra
2. El aire
3. El agua
4. El fuego
5. Coda a 4
Obra dedicada a cuatro alumnas de Primer Curso de Grado Elemental de Flauta Travesera, entre ellas mi hija Alegría. Las cuatro flautas tocan, una a una, la misma melodía pero con diferentes acompañamientos al piano, y finalmente la cuatro juntas sin piano concluyen con una coda polifónica, también sobre dicha melodía.
Una sola nota que nace, crece, se reproduce y muere. Nacida de una experiencia íntima de comunión con la lluvia.
Esta obra trata de reflejar, como un espejo de agua (a veces clara y en calma, a veces revuelta y turbia), la experiencia onírica de penetrar en el interior de un acantilado.
Día tras día y desde las dos dimensiones de mi inteligencia, la moral y la intelectual, me fui acercando así cada vez más a esa verdad por cuyo parcial descubrimiento he sido condenado a tan horrible naufragio: que el hombre no es verdaderamente uno, sino verdaderamente dos. Digo dos, porque el estado actual de mi conocimiento no me permite ir más allá. Otros seguirán, otros legarán más lejos que yo en el recorrido de esas mismas líneas; y yo me aventuro a conjeturar que a la postre se sabrá que el hombre es una mera sociedad de múltiples habitantes, incongruentes e independientes entre sí.
R. L. Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
Esta obra pretende ser una especie de compresión de lo que imaginaba sentir al atravesar el desfiladero que conduce a la ciudad de Petra, matizada por lo que en verdad sentí al hacerlo.
“Illumina oculos meos,
Nequando obdormiam in morte:
Nequando dicat inimicus meus:
Praevalui adversus eum.”
(Ps.12, 4-5)
Obra sutil y oscura, creada desde el fondo del abismo para suplicar la luz. A partir de un críptico texto bíblico se va trenzando una oración desde el agnosticismo más temeroso, desde la irracionalidad más doliente, desde el silencio más anegado. Un canto a ciegas en el que la boca es el único túnel de salida hacia ninguna parte.
Esta obra fue compuesta en febrero de 2006, justo antes de encontrar las fuerza para lanzarme a un cierto vacío que resultó estar lleno de luces.
1. Canción china
2. Niebla lunar
3. Canción de cuna
4. Canto del caballero
5. Misterio
6. Baile de los juguetes
7. Canto de la doncella triste
8. Sale el sol
Sólo tres notas, sol, la y si, las primeras que aprende un niño que por vez primera sopla en una flauta travesera. La variación está en el acompañamiento de piano, que inserta esas tres notas en diferentes modos musicales.
¿Hasta cuándo permanecer? Un lago de algodón y ceniza, pitas en flor: la puerta está abierta. Son las señas del camino vertical.
En verdad,
el odio puede ser vencido por un odio mayor,
pero sólo podrá ser curado por el amor.
E. Bach
Muchos perdieron la vida en los atentados del 11-M; otros muchos perdieron alguna buena razón para vivir. Y aunque desde esa noche oscura del alma parezca imposible pensar en futuro, el tiempo siempre transcurre convirtiendo las heridas en cicatrices y el sufrimiento en sabiduría.
Sanar es un ritual sonoro, metáfora del proceso interior que cualquier ser humano ha de experimentar para superar un dolor tan profundo como el de despedir para siempre a un ser querido, o el de verle sufrir, o el de haber sufrido en carnes propias daños físicos irreparables.
Los elementos musicales has sido reducidos a gestos esenciales, desnudos de virtuosismo. A ellos se añaden algunos elementos visuales mímicos, igualmente ajenos al lucimiento teatral. Así, la orquesta y la soprano atraviesan por cinco estados que devienen el uno en el otro: primero el de incredulidad inicial que paraliza todos los mecanismos de reacción, segundo el de la ira y la desesperación que ciegan el alma y agotan el cuerpo, tercero el de luto y vacío interior, cuarto el de cambio de actitud, resurrección lenta y costosa, y quinto y último el de vuelta a la vida a través del amor.
Banda sonora de las imágenes de Ana Sedeño en homenaje al Pessoa de El libro del desasosiego. Forma parte de una trilogía de homenajes también integrada por Deciberio y Otaku.
El estado emocional provocado por la lectura del poema XL de los Sonetos Materiales de Juan Barja sirve de base a este collage textual. Los sonidos de la voz se entretejen con breves incursiones electrónicas para elaborar una estructura que trata de honrar la enorme talla expresiva de estos sonetos.
Fonía es un espectáculo cantado de estructura no narrativa. Se divide en tres secciones que toman su inspiración y su nombre de otras tantas series de la pintora Ángela Galindo: Partituras de la tierra, Viaje y La piel del mundo.
La obra está construída exclusivamente a partir de materiales producidos por la voz humana en sus diferentes manifestaciones. Dos hombres en escena, un cantante lírico y un cantaor flamenco, exploran desde su masculino punto de vista los matices que puede adquirir la definición del amor.
Asimismo, algunos elementos del concepto clásico de sinfonía buscan perdidos su lugar en un contexto extraño y hostil.
Estoy sentada en el tiovivo quieto de nubes.
(Grises, en cascada)
A lo lejos, las plataformas minerales escupen buches de polvo amarillo.
Mientras yo amaso las hebras del aire con mis pies,
mi corazón se eleva y se vuelve del mismo color que dios.
Esta obra nació como parte de otra de mayor formato, Políptico, compuesta en 1999 e inspirada en varios cuadros del pintor Luis Gordillo. De hecho, La nieve es negra es el título de uno de esos cuadros. En él una rata se pasea por un sórdido laberinto imposible…
Evento sonoro nacido a partir de la reorganización de elementos pertenecientes a una obra anterior de mayor formato, Políptico, y creado con la intención de producir alteraciones emocionales en el oyente que puedan quedar reflejadas de forma objetiva en la aceleración o deceleración de sus latidos cardiacos. La idea de la instalación surgió del MIMMA (Museo Interactivo de la Música de MÁlaga).
Banda sonora de las imágenes de Ana Sedeño en homenaje a Luciano Berio y a su esposa Cathy Berberian. Forma parte de una trilogía de homenajes también integrada por Resfrío fiebre (Re-medio) y Otaku.
Frontera es una canción muy sencilla, asequible a cualquier voz de mujer y a cualesquiera manos de pianista. Una canción sentida, simple, sincera, desnuda...¿pop?
Taxi es una ópera multimedia, como de hecho lo han sido siempre todas las óperas en mayor o menor medida. Un taxista y una pasajera desdoblada protagonizan el espectáculo, basado en una experiencia cotidiana: nos montamos en un taxi y, tras comunicar a la persona que lo conduce a dónde queremos ir, nos abandonamos a nuestros pensamientos. De este modo, establecemos un viaje interior paralelo al exterior; un viaje íntimo (y por tanto no lineal) a través de esa estructura plagada de túneles en la que escondemos todo aquello que más nos conmueve.
Un actor, una soprano y una bailarina, expresando lo inexpresable a través de sus voces y a través de sus cuerpos, cada uno a la medida de su entrenamiento específico o, quizás, un poco más allá. Igual que en el día a día, obligados a veces a comunicarse con las herramientas que les son hostiles, y a veces haciendo de las otras herramientas, las que dominan, el centro de su existencia. Un mundo sonoro pregrabada se entreteje en el conjunto.
En el fondo, lo único que importa es no permanecer indiferentes.
Desde niños nos enseñan que la vida siempre nos sonreirá si somos adorables. Vamos viviendo y experimentando la poca base científica de esa afirmación. No obstante, en algún lugar más o menos escondido de nosotros mismos lo seguimos intentando. Por algo será.
Al comenzar a mirar un cuadro todo parece quieto, inofensivo, definitivamente ajeno.
Si tu mirada se prolonga durante tiempo suficiente, poco a poco te va invadiendo la inquietante sensación de que el cuadro cobra vida. Mientras eso ocurre, tu propia textura y tu pial cambian y se van asemejando más y más a la de la pintura a medio secar.
Finalmente, cuando consigues superar el vértigo, comprendes que ese cuadro y tú sois una misma cosa.
¡Despierta!
He vuelto a verme los talones flotando alrededor de las orejas,
otra vez adormecidos sobre burbujas de clorofila.
El viento ha licuado el agua del estanque;
el reflejo de los árboles tiembla y se desmenuza;
también mi reflejo se ha diluido ya entre los peces rojos.
¡Despierta!
Aquel pájaro que anidaba entre las pitas en otoño regresó al mar,
y ahora es blanco.
Creo que sus alas son de espuma, o quizá de flores secas,
o tal vez de espinas.
Me quedaré con él, abrazada a este acantilado.
El mar aun murmura cosas que yo debo oír.
¡Despierta!
Ayúdame a tender puentes colgantes
sobre los abismos que me separan de la realidad.
Mi cabeza se ha tornado transparente
Uno de los recursos más idiomáticos del vibráfono es encender el motor que llevan incorporado y que permite regular la velocidad del peculiar vibrato resultante. Si llevamos la idea un poco más allá descubrimos una posible metáfora del paso del tiempo como una vibración mecánica unidireccional, que podemos medir en unidades mayores o menores según sintonicemos los relojes de nuestras almas, pero que nunca se detiene a esperarnos.
A pesar de tratarse de una obra en la que intervienen tres músicos, está concebida para que cada uno de ellos actúe de forma individual, sin tener en cuenta en ningún momento lo que estén haciendo los otros dos. Convertidos pues en personajes de su propia acción, están descritos en partitura del siguiente modo:
Flauta: Transido de un profundo e incontrolado arrebato de misticismo. Se siente todo espíritu puro. Quiere disponer un altar.
Saxofón alto: Se cree el ombligo del mundo, el ser más maravilloso de la creación, pero nadie le escucha lo suficiente y eso lo exaspera. Quiere sobresalir por encima de todo y de todos.
Percusión: Está obsesionado con un único esquema rítmico que no puede dejar de tocar ni por un momento. Poseíso por la repetición insistente del mismo, no atiende a nada más.
Históricamente, una de las más poderosas propuestas éticas de nuestra sociedad era la de negar el principio del placer. Todo lo placentero era, o bien directamente pecado, o bien algo inmerecido a lo que había que renunciar. Así se fomentó una bien nutrida cantera de mártires que, enarbolando la bandera del sacrificio, padecían sin fin en este valle de lágrimas.
Pero al menos las cosas parecían estar claras. Ahora en cambio este tema se ha complicado un poco. Vivimos en plena sociedad de consumo, y eso de renunciar al placer no resulta demasiado rentable. De hecho, basta con que volvamos un momento la cabeza para que alguien coloque la etiqueta de “placer” sobre cualquier cosa y la disponga atractivamente detrás del escaparate de turno. Se comercia con el placer apelando a nuestros cinco sentidos y, si no son suficientes, a nuestra imaginación.
Mientras tanto, los desorientados seres humanos se preguntan, por ejemplo, por qué ese chocolate maravilloso que anuncia la tele a todas horas es un pecado, y es muy probable que, tras comérselo, terminen en el psicoanalista. Será todo un placer intentar plantear con música esta situación, tan lamentable y, en el fondo, tan ridícula.
1. Abstracción surreal con manchas malvas
2. Malestar óptico, malestar épico
3. La nieve es negra
4. Abstracción dramática rectangular
5. Meándrico con evasión esmeralda
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo me propuso escribir una obra para homenajear al pintor Luis Gordillo. Mi música a menudo nace a partir de imágenes, y ésta me pareció una aventura especialmente interesante.
Así que comencé dejandome impregnar por sus cuadros, buceando en ellos, intentando escuchar sus latidos, sus gritos, sus silencios...
¿Sus silencios? Lo único que calla en estos cuadros es la boca muda del que observa; del que, como yo, se siente arrastrado hacia zonas demasiado oscuras o demasiado claras de sí mismo, zonas desde las que parece imposible hablar.
Pero no es imposible. Es, de hecho, inevitable.
Gracias, Luis.
Una pesadilla. Los bienintencionados músicos comienzan a tocar una linda danza del Renacimiento. Pero una voz en off, entre publicitaria y aberrante, comienza a incordiarles hasta el paroxismo. Una auténtica batalla en la que el ridículo se torna a menudo en protagonista.
Producción radiofónica. Coproducción RNE Radio Clásica- CDMC.
Vamos tejiendo nuestras vidas a partir de materiales de muy diversa procedencia. Danzamos sobre la urdimbre del tiempo tirando de los hilos. A veces controlamos los pasos y a veces nos vemos empujados por fuerzas externas que cambian -sin consultarnos- el diseño de nuestro tapiz.
Sea como sea, bienaventurados aquellos que saben permanecer en el ojo de su propio huracán. A ellos dedico esta obra.
1. Claustrofobia
2. El niño muerto
3. Quinqué
Panfleto: Folleto u hoja de propaganda política o de ideas de cualquier clase.
Cante jondo: (pronunciación andaluza de "hondo") Modalidad del cante flamenco de ritmo monótono y tono melancólico y quejumbroso.
Hondo: 1. ("Ser") "Profundo". Se aplica a lo que tiene mucha profundidad: "Una vasija honda". 2. ("Estar") "Profundo". Situado mucho más abajo que la superficie: "La raíz está muy honda". 3. (fig.; aplicado a sentimientos). "Profundo". Muy íntimo y verdadero; no superficial: "Un hondo pesar".
(Diccionario de uso del español, María Moliner)
¿Qué escuchamos cuando nos acercamos a la tierra?
Es cierto que no resulta fácil encontrar algo de tierra entre tanto asfalto.
No es cierto en cambio que las raíces guarden silencio: sólo hay que aguzar el oído.
1. Rabieta infantil
2. Tengo hambre
3. Os ordeno que me compadezcais
4. Desde el corazón
Hay infinitos modos de suplicar. Cualquiera de nosotros ha practicado muchos de ellos, en más o menos cantidad y calidad, y siempre en función del tamaño virtual de nuestro ombligo.
He seleccionado tan sólo cuatro de los más característicos, confiando en que alguno despierte nuestras a veces ocultas señas de identidad.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Esta obra fue estrenada el 29 de mayo de 1998 en el Teatro Pradillo de Madrid, formando parte de un concierto de electroacústica que se organizó en el marco de la I Muestra Internacional de Música de Mujeres. Fue concebida teniendo en cuenta el carácter polisémico de su título, y construida sobre todo a base de textos de dadaístas. Es un homenaje a Marcel Duchamp, y como único comentario a su estreno propuse un texto escrito por él en 1957:
“El arte no es el que se ve, el arte está en la laguna…el arte es una salida hacia regiones no gobernadas ya ni por el tiempo ni por el espacio.”
1. Y otra vez tengo que empezar a ronper las raíces
2. ¿Y si yo me convirtiera en pez luna?
3. Una gran montaña china cubierta de vivas arpas diminutas
4. En lo oscuro hay ramas suaves
5. No hagan sufrir a los cristales
Esta obra es un homenaje al Lorca menos difundido, al de Poeta en Nueva York y el teatro imposible.
De hecho, sus títulos son extraídos de la comedia El público.
Veladas por la luz dura que baña todo aquello que es sacado a la fuerza de su contexto, abren paso a la música.
Verdinegro es un poema de amor recubierto de musgo. Para abordar su interpretación es conveniente haber tenido el alma sumergida en musgo alguna vez. En caso de alergia o intolerancia al musgo puede sustituirse por algas de río.
Esta obra ha sido escrita por encargo del Taller de Música Contemporánea de la Universidad de Málaga y a él está dedicada.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Pobrecitas las penas, siempre con tan mal color.
¿Sería posible que alguien, con dotes para la alquimia, las fundiera en el crisol de su voz y las convirtiera en bailarinas en-cantadas?
Miras tu reflejo deformado en el fondo de una taza y quisieras reaccionar.
"Ya no puedes ocultarlo por más tiempo, todos los altavoces lo están gritando. ¡Es tu cuerpo!"
Harías algo si no fuera porque la espiral te está arrastrando de nuevo, otra vez hasta el centro de tu ombligo.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Consta de tres partes sin solución de continuidad: 1. Todo fluye, nada permanece; 2. Pasos de isla en isla; 3. Fuerza centrífuga.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor sobre un pequeño fragmento del segundo movimiento de la Sinfonía Mathis der Maler de Paul Hindemith.
No siempre es fácil aprender a bailar. Pero merece la pena.
Miras tu reflejo deformado en el fondo de una taza y quisieras reaccionar.
"Ya no puedes ocultarlo por más tiempo, todos los altavoces lo están gritando. ¡Es tu cuerpo!"
Harías algo si no fuera porque la espiral te está arrastrando de nuevo, otra vez hasta el centro de tu ombligo.
Compuse A-kú en la primavera de 1994. Yo tenía veintitrés años y era alumna de primero de composición. Mi por entonces profesor, Francisco González Pastor, me comunicó que la última obra que debía escribir para aprobar el curso debía ser para coro mixto a cuatro voces. No pude recibir la noticia con más alegría; la voz humana siempre ha sido mi casa. Así que compuse una obra festiva, cargada de ilusión y de casi verano.
En mi paleta puse todos los colores que Esperanza Abad me estaba enseñando por aquel entonces, y escogí mezclar algunos de ellos en un discurso sencillamente vital.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Obra compuesta como estudiante de composición para el profesor Francisco González Pastor.
Masticando narcisos apagados con miel de avispas.
Cuando las imágenes se esconden en el fondo de los espejos, difuminándose.
Es fácil dejarse llevar.
Al fin y al cabo, si absorbo todos los colores obtengo negro.
Unos pocos segundos de descuido son suficientes para que nuestra cabeza se vea inundada por sus propios fantasmas.
Ideas confusas, ideas contradictorias, falta de ideas.
Esta obra es un canto a la autojustificación.
I. De la puerta de tu casa (Allegro triste)
II. De tu corazón (Largo)
III. De un champiñón (Scherzo)
IV. De un cielo tras otro (Finale Maestoso).
Título decididamente pretencioso para una obra decididamente indefendible.
Nacida tras un mal empacho de búsqueda de la trascendencia expresiva esa, combina y evidencia sin pudor todos los elementos necesarios para sucumbir al ridículo el mismo día de su estreno.
En todo caso, sirva de agradecido homenaje a todas aquellas situaciones no convencionales que tantas veces me ayudaron a salir de apuros.
Desde el interior de un junco todo parece asimétrico, distinto, como las imágenes que escupe un espejo de feria. Gritamos, y sus paredes, circulares y llenas de estrías, nos devuelven...¿nuestra voz?...multiplicada, teñida de nuevos colores y empapada de savia fresca.
Juego musical para vocalizar un poco.
a. Atando absurdos antílopes
e. Esfera
i. ¿Inventarnos?
o. Olas ortopédicas
u. Urdimbre
En principio identificaremos la expresión "vocalizar un poco" con aquellos ejercicios encaminados a recorrer con la voz un amplio ámbito de alturas. Esta obra, en cambio, pretende explorar otro ámbito ligeramente más complejo y subjetivo: el de los timbres.
Cada una de las cinco vocales sirve de exusa al cantante para mirar dentro de sí con distintos ojos, y esbozarnos, con algunos gestos musicales simples, cinco de sus mundos íntimos.
Mi ventana es un espejo del cielo
Un reflejo del cielo partido en dos.
Mi imagen, partida en dos,
se funde con el cielo dentro del espejo de mi ventana.
El cielo se deforma y cambia de color.
Si se abriera mi ventana,
mi imagen y el cielo se romperían.